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domingo, 13 de junio de 2021

Análisis con spoilers de The Book of Rust (Libro 1 de la Zona de guerra Charadon)

 Ya, bueno, he tardado 6 meses en volver a publicar pero mirad...he estado saturado últimamente con 40K, así que esto no es un regreso ni nada por el estilo tanto como un "necesito tener las manos ocupadas en algo y el blog de Malifaux lo he dejado en un punto bastante avanzado", así que aquí estoy, con las reseñas de Peter Fehervarii y el segundo libro de Dawn of Fire pendientes. Pero bueno, al menos actualicé las entradas después de la reedición de Dark Imperium! 

Ahora en serio, la verdad es que esperaba tardar bastante más en escribir de nuevo, pero logré hacerme con una copia del suplemento que nos ocupa hoy y para variar, me pareció lo bastante currado como para merecer una entrada. Warzone Charadon es el primer suplemento en narrarnos una campaña con un trasfondo importante, cercano a lo que tuvimos con Vigilus, más contenido, pero no por ello menos importante. La cuestión es que, recuperando el espíritu original del blog, estoy aquí para facilitar los últimos avances en el trasfondo así que allá vamos!


PRIMERA PARTE: NO TE CONOZCO, PERO ME CAES BIEN

La historia que nos relata The Book of Rust comienza, como no podía ser de otra manera, con el planteamiento del terreno, y las fuerzas en liza. Hay una descripción breve del Sector Charadon y de cuáles han sido sus principales conflictos hasta la fecha, xenos principalmente, pero luego se enfoca en describir los dos subsectores en los que va a librarse la verdadera guerra: Obolis y Lirac. Esta no es una guerra que se limite a un solo planeta como pasaba con Vigilus. El Mundo Forja Metalica es el objetivo final, pero para llegar ahí, le precede una campaña que se extiende por numerosos sistemas y sus planetas, algo de una envergadura mayor que todos los libros del Despertar Psíquico. Me gusta muchísimo cómo este libro sienta los precedentes del conflicto que se avecina: por una parte, porque la geografía espacial va a tener un impacto muy importante en el devenir de los acontecimientos, y segundo, por los personajes que hay presentes.

Esto es algo muy curioso de este libro, que hay muchos personajes. No es que en el resto de suplementos no los haya, pero en esos casos, se suele recurrir con excesiva frecuencia a nombres conocidos, mientras que en esta ocasión solo hay un personaje que conocemos previamente: Typhus, el Capitán de la Primera Compañía de la Plaga de la Guardia de la Muerte, y principal protagonista y a la vez antagonista de la campaña. El resto son personalidades que reciben poco desarrollo, pero de quienes podemos hacernos una idea clara de cómo son. Entre los personajes del Caos están los aliados de Typhus, monstruos traicioneros pero peligrosos por su dominio de la guerra, cada uno dentro de su propio ámbito: el Amo Discordante Akhorath Zeid de la Legión Negra, los demás caudillos de la Guardia de la Muerte, una alianza llamada Los Discípulos, compuesta por el Apostol Oscuro Tsorr´Kanath de los Portadores de la Palabra y el Hechicero Yharron Thayl de la Legión Alpha y finalmente el personaje que manda la Legio Titánica Morbidus, Lathfyr la Ahogada.

Por su parte, el Imperio tiene su propio reparto encabezado por el Fabricador General de Metalica, el Magos Kleng, bajo cuya sombre luchan los Marines Excruciadores (muy curioso elegir a un capítulo casi desconocido, aunque como nota, a veces el libro cambia su nombre por los Atormentadores), numerosos regimientos de Astra Militarum y Preceptorías de las Hermanas de Batalla y la Armada Imperial bajo el mando del Teniente Lihua Sheridane, pero su aliado más importante es la Casa de Caballeros Raven, que tienen su mundo natal en el Subsector Lirac, justo al lado, bajo el dominio de Lord Craven. He querido destacar a los personajes porque algo que distingue esta historia es que al contrario de Vigilus, los comandantes de las respectivas fuerzas van a tener relativamente poco protagonismo y buena parte de la acción se va a llevar a cabo por iniciativa propia de sus subordinados, por lo que creo que son importantes. 

SEGUNDA PARTE: CARNE PARA LAS TRINCHERAS 

Conquistar un Mundo Forja es de todo menos sencillo, y Metalica no es una excepción a la norma. Durante la introducción, descubrimos que el planeta es una fortaleza monumental, que no solo está defendido por numerosos ejércitos y una flota considerable, sino por un entramado de estaciones de combate llamada la Corona Militaris. Además de esto, los sistemas planetarios vecinos (Rhodior, Brezantius, Feiror) gozan cada uno de al menos un Mundo Fortaleza, con sus propias naves, estaciones y guarnición. 

Así pues, Typhus tiene que empezar asaltando los sistemas periféricos del Subsector Obolis, tomando los planetas más alejados del sistema Metalica para establecer una base de operaciones. Su estrategia en principio no es mala. Los sistemas periféricos (Alumax, Chromyd, Duralim) están mal defendidos debido a que sus fuerzas están muy repartidas con el propósito de repeler a los orkos (Alumax) o los Drukhari (Chromyd). En su asalto, bloquea las vías de acceso al subsector, impidiendo la llegada de refuerzos, y envía a sus aliados de los Portadores de la Palabra y la Legión Alpha al Subsector Lirac, para que mantengan ocupados a los Caballeros de la Casa Raven. Esto último, sin embargo resultará ser un error fatal.  

El asalto de Typhus arrasa con la mayor parte de las defensas imperiales y empieza a organizar la segunda parte de la invasión, que es el asalto a los sistemas que rodean Metalica. Parte del motivo de este éxito son las enfermedades que está logrando colar en mundos imperiales, las cuales estallan en brotes de zombis que mantienen ocupados a sus defensores, dándoles tiempo para planificar y espacio para maniobrar. Ahora que tiene asegurado parte del terreno, es donde entra en juego la parte "mágica" de su plan, invocando demonios de todos los dioses (gracias en parte a que tiene aliados que no son de la Guardia de la Muerte) para que destruyan los Mundos Fortaleza más importantes. Aquí se viene la mejor parte del libro, porque el plan falla.

Lo normal en una de estas historias es que la situación está apunto de perderse por completo justo antes de que lleguen refuerzas, es un tropo bastante habitual. Esta vez tenemos la situación de que llegan refuerzos, pero esto no es lo único por lo que cambia el rumbo de la campaña. Lo que sucede después de que surjan demonios en dos de los tres sistemas cercanos a Metalica es que Typhus se ve contra las cuerdas por todos los frentes. Primero, porque los sistemas que había conquistado no estaban tan asegurados. En el sistema Chromyd, las fuerzas imperiales se han ocultado en un mundo salvaje que han convertido en un Vietnam para la Guardia de la Muerte, a la vez que en el sistema Alumax uno de los comandantes de la Guardia de la Muerte se ha visto retrasado en sus progresos gracias a piratas orkoz. Segundo, los aliados de Typhus que había enviado a Lirac se dedican a seguir sus propios planes ignorando por completo las órdenes dadas, por lo que la Casa Raven llega al completo y barre con las fuerzas de la Legión Negra del Amo Discordante Zeid en el sistema Duralim. Tercero, los Caballeros Grises habían augurado con éxito las invasiones demoníacas de Typhus, por lo que aparecen con una flota de refuerzo del Mundo Forja Deimos, lo que expulsa a los demonios de los Mundos Fortaleza. Para finalizar, mientras que el Fabricador General ordenó la retirada de las fuerzas del AdMec de los sistemas atacados, otros líderes imperiales tomaron la iniciativa para llevar la lucha a sus enemigos. El Teniente Sheridane puso en retirada a una de las tres flotas de la Guardia de la Muerte, que se vio acorralada entre los Imperiales y los Orkos y acabó aniquilada, mientras que el Señor del Capítulo de los Excruciadores, Tamalu, aprovechaba un  coro astropático para responder a las llamadas de socorro de fuerzas imperiales, asistiéndolas ahí donde podían.

Con los aliados de Typhus huidos o muertos, este reorganiza sus fuerzas en el sistema Alumax, donde consolida sus fuerzas, obligado a replantear su estrategia.

TERCERA PARTE: ESTO NO HA TERMINADO

La campaña por el subsector Obolis parece alcanzar una suerte de punto muerto, en el que ambos contendientes aseguran el terreno ganado, lo que resulta en que las fuerzas imperiales no capitalicen la ventaja que han obtenido. El Fabricador General Kleng es personaje más inútil del libro, pues hace poco y lo que hace, le sale mal. Siendo justos, la ofensiva de Typhus ha dañado buena parte de las defensas e infraestructuras imperiales, amén de causarle bajas por millones.

Typhus ha fallado en su primer intento, pero aún le queda una carta que jugar. Nuevamente recurre a la Disformidad para que le salve ahí donde la estrategia convencional no le sirve. Mediante un ritual, abre una fisura disforme que le permite ir desde el sistema Alumax al sistema Metalica, pasando por alto los sistemas planetarios que la rodean. Además, hace esto en el peor momento para los imperiales, ya que habían empezado a moverse por todo el subsector, por lo que Metalica tiene que luchar en solitario sin saber cuánto tardarán el resto de fuerzas en acudir. Para empeorar aún más las cosas, los Astartes que había en el subsector, no solo los Excruciadores, sino también del resto de Capítulos que tenían presencia en Obolis, sufren una gran cantidad de bajas al ser derrotados en el planeta Alexistor, donde el ritual para abrir este "túnel" se lleva a cabo. 

La batalla por Metalica, no obstante, no va a ser ningún paseo para Typhus y los suyos. El sistema cuenta con una cantidad absurda de Cohortes Skitarii, tecnología de la Era Oscura de la Tecnología y macroarmas, y casi cada planeta presenta una enconada resistencia. Incluso la Legio de Titanes Morbidus tiene problemas para conquistar un asteroide-fortaleza. En un movimiento capitaneado por el propio Typhus, su flota se arroja contra la Corona Militaris, superando la red de estaciones de combate, pero al precio de importantes recursos navales. La batalla en la superficie de Metalica está a punto de comenzar y no se sabe nada del resto de fuerzas imperiales.

¿Y qué están haciendo mientras tanto el resto de fuerzas del Caos? Múltiples brotes de zombis mantienen ocupadas a fuerzas imperiales de todo el subsector y de la fisura, que los imperiales llaman La Llaga, emergen entidades que corrompen manípulos Skitarii y servidores. Pero más importante aún son los traidores Astartes. Los Discípulos, los Astartes Traidores que Typhus envió a Lirac, no han estado ociosos, sino que han estado causando disturbios en planetas imperiales, provocando alzamientos de cultos y el despertar de células durmientes, pero su objetivo más importante era el planeta Dhaku. Allí, no obstante, han tenido que enfrentarse con todo lo que tenían a un culto genestealer que prácticamente se había hecho con el control del planeta, una dura y larga batalla para llegar a su objetivo final: un templo oculto en las profundidades del planeta, donde esperan invocar a alguien, a espaldas de Typhus: Be´Lakor

PARA FINALIZAR

The Book of Rust me gusta bastante. Tal vez sea yo que le busco tres pies al gato a cualquier cosa, pero he percibido pequeños detalles que diferencian este libro de los suplementos anteriores. Me gusta cómo este libro no hace listas de personajes que luego no van a tener importancia mas allá de los líderes absolutos de cada facción (como pasaba en Vigilus, donde mas allá de Calgar y Abaddon no había mucha chicha) sino que cada gran personaje juega un papel relevante (excepto los Drukhari, aunque aparezca Lelith Hesperax están para hacer bulto). También me gusta cómo, al ser esta una campaña extensa por muchos planetas, cada pizca de información está escogida para que tenga importancia en el plano general. Por ejemplo, que la Guardia Imperial se refugie en un planeta salvaje y le haga la vida imposible al Caos desde ahí provoca que todo un tercio de las fuerzas de la Guardia de la Muerte se vean atascadas durante mucho tiempo en un lugar insignificante. O también, que los Excruciadores aseguren un coro astropático les da una gran ventaja a la hora de ayudar al resto de fuerzas imperiales en batallas que de otra manera no ganarían. 

El otro detalle que me ha gustado es el ritmo cambiante de la campaña. En otras ocasiones ha sido algo unilateral hasta el momento del clímax en el que hay un giro importante, pero aquí no es el caso. Hay subtramas, puntos de giro previos al final y en general, lo encuentro todo muy bien estructurado. El único problema verdaderamente serio que le encuentro a The Book of Rust es que, aunque tendré que esperar a ver su conclusión en The Book of Fire, el suplemento que le sigue, sé que Metalica, Typhus, Be´Lakor y demás partes importantes dentro de la metatrama no van a cambiar radicalmente, pero hace tiempo que me resolví a contemplar estas campañas como oportunidades para explorar nuevas narrativas dentro de este universo. Por lo que nos han dado aquí, creo que The Book of Rust cumple sobradamente.

sábado, 23 de enero de 2021

Reseña de Fire Caste, de Peter Fehervarii

 Así que, al fin hemos llegado. Tras mas de un año desde que leí Requiem Infernal he querido meterle mano a las obras de este autor, pero no ha sido nada fácil. Para el profano, debo advertirle de antemano que Peter Fehervarii es lo más lejano que uno puede encontrarse de 40K, es un acorde disonante, una ola que avanza mar adentro. Ya he posteado dos entradas de él, una relatando brevemente cómo me lo encontré y la otra haciendo una introducción tratando de emular al propio autor. Confusa de narices, efectivamente, pero esa es la gracia. Veréis, esta es la primera entrada de una serie que espera reseñar todo lo que ha escrito este señor y si quiero hacer esto es porque estamos ante un autor muy particular. No hay manera de recalcar esto lo suficiente así que lo diré de la forma mas clara y llana posible: olvidaos de todo lo que sabéis de 40K a la hora de entrarle a su trabajo. No esperéis marines espaciales cometiendo la heroicidad de la semana, ni guardias imperiales en gallardos asaltos. No busquéis al hereje o al xeno yendo tras la pista de otro artefacto del pasado. Este es un autor que explora el mythos de Warhammer 40.000 como muy pocos lo han hecho antes, por más razones de las que tengo energías para enumerar.

Pero vale, es justo mencionar algunas de las características generales de sus libros, pero sin revelar demasiado. De hecho, si hay un párrafo que quizá sea mejor omitir, probablemente sea este, pues parte de la experiencia de leer a este autor es descubrir las pequeñas revelaciones que dan un giro a la forma en la que se percibe su trabajo. Primero que nada, las obras de este autor son como el corpus de Dan Abnett o McNeill, en el sentido de que todos sus trabajos están conectados, pero ahí terminan las similitudes. En esos dos autores, la mayoría de sus obras están recogidas en un evento común o tienen a unos personajes protagonistas bastante claros, como la Cruzada de los Mundos de Sabbath o el Capitán Uriel Ventris. Por su parte, el mini-verso que ha creado Fehervarii recibió su nombre de la comunidad, bastante apropiado hay que decir: la Espiral Oscura (Dark Coil, en inglés). El motivo de esto es que las conexiones entre unos relatos y otros son muy sutiles, y exige prestar atención a las descripciones, conversaciones y simbolismo. El segundo motivo es que el autor carece de piedad a la hora de meterte en un escenario del que no solo no sabes nada, sino que tampoco sabes cuándo estás. Sus libros a veces comparten localizaciones, pero entre un libro y otro pueden haber pasado siglos de desgaste que han dejado el lugar irreconocible, por lo que una de las obsesiones de la comunidad ha sido establecer el orden cronológico de los sucesos. Descubrir que vuelves a un lugar que conociste, o del cual sabes cómo va a terminar, pero viéndolo desde otra perspectiva que te revela un pedazo de información nuevo es una sensación muy gratificante...y aterradora.

Artista: Matt Kish

A pesar de que este no es el primer libro que leí de Fehervarii, he querido empezar a reseñar su bibliografía desde aquí porque es a la vez una muestra de sus virtudes y una entrada desde la que explorar varios de sus relatos cortos. Vamos, la entrada mas "cómoda" a la Espiral. La parte mas formal del análisis es la mas sencilla, si en términos de calidad se refiere. Fire Caste narra las penurias de un regimiento de la Guadia Imperial en el planeta Phaedra, un rincón olvidado del Imperio donde se libra una batalla sin cuartel contra los T´au, pero sobre una premisa tan simple, el lector no tarda en ver que hay capas de algo mas. Algo siniestro. La obra comienza con el diario de un comisario que claramente está para que lo encierren en un psiquiátrico con urgencia, y en todo esa primera toma de contacto algo huele a podrido, pero no porque se estén plantando las semillas de un misterio que irá desarrollándose a lo largo de la obra. El comisario procede mas tarde a meterles la fe en el Emperador a unos soldados que estaban a punto de desertar y unirse a los xenos poco antes de estos aparezcan, mediante soberana paliza. Inmediatamente después, los T´au hacen acto de aparición, le vuelan un brazo al comisario y proceden a torturarlo.

Todo lo que rodea esta introducción rezuma un carácter opresivo, asfixiante. Algo no anda bien. Tengamos en cuenta que esta novela salió en 2013, cuando los únicos comisarios que habían en la literatura eran o bien parangones de la virtud, o bien cameos del juego de mesa, o bien Ciaphas Caín, y de pronto se nos planta un tipo con un trastorno de estrés post traumático severo, apaleando a otros Guardias que están a punto de desertar, a unos xenos que no son atribuidos con la crueldad como concepto haciendo una salvajada, y un planeta, el propio Phaedra, con sus junglas, sus estructuras de coral, sus árboles de aspecto fúngico, que resulta nocivo por motivos anómalos. Todo tiene un aspecto decadente, nada está bien aquí.


 El libro continua presentando a los protagonistas prometidos, los confederados de Arkan, que llegan a este agujero perdido de la galaxia a alimentar una picadora de carne, y si uno pensaba que iba perdido con esa entrada tan brusca, que se vaya preparando. Los confederados son como un reflejo oscuro de los Fantasmas de Tanith, rebosando creatividad e identidad, pero con mucho mas incapié en las pesadas cargas que cada personaje lleva, porque este es un fetiche del autor: muchos de sus personajes están mentalmente trastocados, y la cosa va a empeorar para ellos a medida que avancen los sucesos. Conforme la novela avanza, vamos a ver a estos pobres diablos ser pasados por el barro de forma miserable, no para resurgir triunfales, sino, si el autor es piadoso, dejarles vivir. Lo que tenemos ante nosotros es una obra que encapsula el horror de la guerra en 40K, donde su autor rompe todas las reglas del romanticismo al que los demás autores se rinden para adentrar al lector a un lugar en el que verdaderamente no hay esperanza, y todos los elementos están dirigidos a este propósito. Hasta Phaedra, el planeta en el que sucede esta guerra demencial, juega un papel tan importante a la hora de plasmar este escenario que resulta ser un personaje por sí mismo, un lugar creado para enfrentar a los personajes a sus demonios interiores. No mediante una fuerza mística (o si?) sino simplemente siendo un entorno hostil hasta para la cordura. La novela está todo lo lejos que se puede estar de un trabajo típico de Black Library, algo totalmente a propósito.

Artista: Lawrence Yang

Fire Caste ni siquiera pertenece al mismo género literario que el resto de la Black Library, de la misma manera que Apocalypse Now está en un mundo aparte del cine bélico. Esta comparación no es casual. Ahí donde la veis, esta obra está claramente inspirada en el libro Heart of Darkness, de Joseph Conrad, misma obra en la que se inspiró Coppola para la película y de la que también bebió el estudio Yager para crear el videojuego Spec Ops the Line, y si conoces cualquiera de esos trabajos, ya puedes ir haciéndote a la idea de lo que te vas a encontrar aquí. Hay una parte que me he saltado hablando del primer episodio, cuando el comisario está escribiendo en su diario y menciona algo llamado el "Thunderground" que en la cultura de la que proviene, es el momento clave en el que un individuo descubre la clase de persona que es en el interior, el momento en el que su verdadera naturaleza sale por sus acciones. Cuando un personaje icónico de 40K está haciendo un monólogo introspectivo en una novela que toma como base un libro que criticaba lo peor del hombre occidental durante el colonialismo de principios del siglo XX, sabes que aquí se cuece algo. Fire Caste no es una novela bélica de humanos disparando a aliens por la gloria de la raza, es horror surrealista puro y duro que subvierte la manera en la que 40K ha tratado siempre la guerra, con esa contradicción entre la crudeza y el heroicismo púrpura, para ofrecernos una visión agónica de su universo, carente de glamour y sin redención alguna, de la mano de personajes cuya mente está tan fragmentada que no siempre resultan narradores fiables. Este no es un enfrentamiento entre humanos y alienígenas, es una guerra entre el lector y la propia obra por comprender algunas de las mas oscuras implicaciones de este universo. Lo mas impresionante de todo es que, a pesar de todo, este es un libro excelente para iniciarse en el universo de 40K, porque Fehervarii no da nada por sabido por parte del lector a la vez que es capaz de mantener la exposición al mínimo, lo justo para que un profano de 40K sepa qué tiene delante sin ser cargante ni una sola vez. Y ya que estamos entrando en decisiones estilísticas, hablemos del estilo de su autor.

Artista: Winna Perlin

No pasan ni diez páginas antes de que se note que este autor es un lector ávido, y trae consigo todo un arsenal que ha tomado prestado de autores pretéritos, entre los cuales se encuentran Borges, Lovecraft e Italo Calvino, a quienes, incluso, dedica alguna que otra referencia (los confederados vienen de un sistema llamado Providence, como muestra) y descarga ese arsenal sobre el lector sin piedad, lo que hace de esta una de las lecturas mas complejas y hermosas que he tenido, de 40K sin duda. Pero que esta sea mi segunda advertencia: Fehervarii se ha atrevido a hacer una novela de 40K obtusa, una que no hace ni una sola concesión al lector mas allá de cosas muy concretas. Leer Fire Caste es un desafío que exige que el lector esté preparado para giros que disparan los eventos a una velocidad vertiginosa, a cambios de perspectiva y ritmo muy agresivos y una ausencia de plot armor total (increíble, verdad?) que hace que uno se sienta indefenso. Para agravar aún mas las cosas, qué seria de un autor de horror si no ocultase deliberadamente algunas respuestas. Como ya he mencionado, el propio planeta de Phaedra es un infierno para la mente humana, pero el autor no deja claro qué fuerzas son las que actúan sobre los personajes para acabar degenerados, por lo que este es un libro que se abre a diferentes interpretaciones dependiendo de qué hilo quieras tirar. ¿Es la Disformidad? ¿Efectos alucinógenos de los hongos? ¿La incapacidad de un personaje de sobrellevar la muerte de un compañero está trastocando su percepción de la realidad? O quizá es todo a la vez...En cualquier caso, esta es una lectura con valor literario propio, algo que rara vez se ve cuando se habla de 40K, pero a la que mas vale ir con la idea de que no se puede ser un mero lector pasivo, sino que hay que entrarle a sabiendas de que uno contempla un abismo muy profundo, y de que el abismo le devuelve la mirada. Incluso para los estándares de 40K, esta novela es cruda.

Artista: Johna Blanche

Y con esto, ya estaría el análisis, uno de los que menos justicia le pueden hacer a la obra en cuestión. Huelga decir que esta es una obra de obligada lectura del que es en mi opinión el autor mas infravalorado y con amplia diferencia, el de mayor talento de toda la Black Library. A partir de aquí, me gustaría dejar que cada viajero explorase la Espiral Oscura por su propia cuenta y riesgo, pero en caso de que explorar este rincón del oscuro futuro de Warhammer 40.000 parezca algo intimidatorio, confieso que los mas ávidos admiradores de este autor han hecho una investigación exhaustiva de la cronología y lazos que conectan, recomiendo continuar esta lectura con las siguientes lecturas cortas del mismo autor:

Out Caste. En tan solo seis páginas, tenemos la historia de un personaje que en Fire Caste no termina de obtener el tiempo que se merece, un relato breve a la par que excelente sobre la tragedia de un individuo que contempla la verdad de una causa que creyó inmaculada.

Vanguard. Bajo la superficie, esta continuación de Fire Caste muestra la cara mas degenerada del Adeptus Mecanicus. Lo leí antes de Fire Caste y me pareció decente sin mas, pero releerlo después me provocó uno de los mayores escalofríos que he tenido que padecer. Puro horror de frigorífico.

A Sanctuary of Wyrms. Los sucesos de esta lectura corta suceden en Phaedra, pero a priori no guarda mayor relación con los sucesos de Fire Caste. Sin embargo, sí sirve de puente para otras de las fuerzas que pugnan en los mundos que han salido de la mente de Fehervarii.

Con esto termina el primer paso en el terrible y maravilloso, siniestro y hermoso, universo de la Espiral Oscura. Si quieres apoyar al autor, te animo a compartir este análisis y adquirir sus obras. 

Ahora, si importar lo que hagas hoy, déjame parafrasear a Baldi diciéndote; trata de buscar un rato para divertirte. Un saludo!



Recomendaciones literarias para la Era Indomitus

Dados los últimos acontecimientos en el trasfondo, puede ser algo abrumador seguir al corriente de los últimos sucesos que están moldeando la galaxia en el siniestro universo de Warhammer 40.000. Por ello, la siguiente entrada es una lista de las obras que se han publicado después de la llegada de la Octava Edición y que exploran el nuevo trasfondo de una manera o de otra, o que hablan de eventos inmediatamente anteriores, para mayor entendimiento de los fans. A modo de aviso, debo decir que esta entrada se limita a novelas de Black Library, y que si el lector desea una visión completa del avance del trasfondo, sería recomendable adquirir de alguna manera una copia de los suplementos de Vigilus (Vigilus Defiant y Vigilus Ablaze) y los de el Despertar Psíquico (aunque puede encontrar un resumen de cada uno de ellos en este blog). Por supuesto, esta entrada irá actualizándose a medida que saquen nuevos libros, pero mantendré el mismo enlace para que se pueda compartir. También dejo enlaces para las reseñas de los libros que he leido. Sin mas dilación, comencemos.

Dark Imperium, Plague War y Godbligth de Guy Haley. Para quienes no lo sepáis, Guy Haley ahora mismo es el autor mas importante de Black Library. No el mejor, sino el mas importante, pues es quien está dirigiendo el avance del trasfondo en el plano literario. Su serie Dark Imperium fueron los primeros  libros publicados que se centraban en la construcción de mundo "post-Cadia", por lo que su importancia es notable. Recientemente han sido reescritos para encajarlos con el canon de la Cruzada Indomitus, así que si tienes las versiones anteriores y quieres ver los cambios, dejo aquí un hilo a Reddit con todos los cambios. En este blog tenemos el análisis de los dos primeros. Reseñas aquí: Dark Imperum. Plague Wars.

Dawn of Fire: Avenging Son, de Guy Haley. Este es el primer número de la serie Dawn of Fire, un trabajo multi -autoral que pretende abarcar la Cruzada Indomitus, siendo efectivamente, la novelización de los eventos oficiales del nuevo trasfondo. También de este libro tenemos reseña, y se ha anunciado ya el segundo capítulo, The Gate of Bones de Andy Clark. Esta serie ha sustituido a Dark Imperium en cuanto a relevancia para entender el nuevo canon. Reseña: Avenging Son.

Cadia Stands y Cadian Honor de Justin ´O Hill. Aún no he tenido la ocasión de leer estos libros, pero a modo de síntesis, tratan de la nueva realidad para los cadianos después de la caída de su planeta.

Belisarius Cawl: the Great Work, de Guy Haley. Volviendo con Haley, esta novela está enteramente dedicada a este increíble personaje del Adeptus Mechanicus y revela algunas de sus maquinaciones pasadas y presentes.


Farsight: Crisis of faith y Farsight: Empire of Lies, de Phil Kelly. Esta novela es la mas exahustiva sobre la civilización Tau y está protagonizada por su personaje mas destacable. Es la visión mas íntima que tenemos de la susodicha raza y la sociedad que han creado, sus luces y sombras.

Shield of Baal Collection, The Devastation of Baal de Guy Haley, y su secuela, Darkness in the Blood, de Guy Haley. Por una parte, la colección de Shield of Baal es la novelización de los suplementos de pasadas ediciones con el mismo nombre, que narran la Tercera Guerra Tiránida, la cual viene seguida por las dos novelas mencionadas de Guy Haley. La primera enlaza el final de la Tercera Guerra Tiránida con la entrada de los Ángeles Sangrientos con el nuevo canon, siendo la segunda su continuación directa.


Spear of the Emperor de Aaron Dembski Bowden. Esta pieza del autor de Helsreach es un libro excelente por meritos propios, además de, por ahora, la obra que mejor ilustra el horror en que se ha convertido el Imperium Nihilus. Muy recomendable. Reseña: Spear of the Emperor.


The Lords of Silence de Chris Wraith. Esta obra toma lugar inmediatamente después de que de habra la Gran Fisura, y sigue a una banda de la Guardia de la Muerte en una búsqueda fascinante. Este libro es de obligada lectura a todos los fans de la Legión XIV, o que buscan una lectura mucho mas introspectiva de los Astartes Traidores. Reseña: Lords of Silence


Ephrael Stern; The Heretic Saint de David Annandale. Todavía no le he podido poner las manos encima a este libro, que da continuidad a un personaje clásico de 40K, la única Sorita psíquica que se conoce. Sí sé que se sitúa en el contexto del Imperium Nihilus, por eso figura en esta lista.


Serie Watchers of the Thorne (The Emperor´s Legion y The Regent´s Shadow) de Chris Wraith. Ambientados en la Terra post-Cadia, esto libros son excelentes a la hora de dar voz al Adeptus Custodes y muestran las tribulaciones de las altas esferas de poder del Imperium en su hora mas oscura.


Serie Vaults of Terra (The Carrion Throne y The Hollow Mountain) de Chris Wraith. Continuando con el mismo autor y en su línea de presentar tramas dentro del planeta capital del Imperium, este libro cambia de perspectiva para presentarnos una amenaza que merodea desde las mismísimas entrañas de Terra.


Celestine, the Living Saint de Andy Clark. El papel de los psíquicos es ahora mas importante que nunca, y las manifestaciones psíquicas cobran mayor relevancia. No puedo hablar de la calidad de este trabajo, pero hasta la fecha es el único que desarrolla el personaje de Santa Celestine, y quizá arroje algunas respuestas acerca de su naturaleza y orígenes.


Legacy of the Wulfen de David Annandale y Robbie McNiven. Terminanos con la novelización de los suplementos que llegaron inmediatamente antes de la Octava Edición, narrando la aparición de los Wulfen y la invasión de Fenris por parte de los Mil Hijos.



martes, 22 de diciembre de 2020

Reseña de Spear of the Emperor, de Aaron Dembski Bowden

Antes de nada: siendo el snob que soy, he querido leer el libro en inglés, pero esta novela sale a la venta en español el 7 de enero gracias a Timun Mas, así que aquellos que queráis material de Warhammer 40.000 en españo y en formato físico, tenéis ante vosotros una oportunidad maravillosa. Dicho esto, podemos comenzar!


Aaron Dembski Bowden (ADB para abreviar) es un autor que durante un tiempo vergonzosamente extenso he ignorado por completo, y no debería ser así. De su puño y letra ha salido Helsreach, las novelas de la Legión Negra y los Amos de la Noche, varios trabajos de la Herejía de Horus, y la obrea que nos ocupa, Spear of the Emperor. De todo esto solo he tenido la ocasión de leer Helsreach y el relato corto Extinción, pero incluso con tan poco bagaje, me dio la impresión de que el autor aspiraba a mas a la hora de escribir cosas de Warhammer. Siendo marines espaciales los protagonistas de sus obras, tirar por crear una fantasía de poder habría sido lo fácil, pero me pareció que ADB entendía la enorme importancia de unos personajes con un conflicto interior, especialmente habida cuenta de que en Helsreach, su protagonista tenia la mandatoria "plot armor". Spear of the Emperor es una obra que coge las bases del tema central de Helsreach y lo eleva a varias potencias, dando como resultado la que, creo, es una obra sobresaliente de 40K. Spoiler de la reseña, recomiendo muy encarecidamente esta obra, incluso a aquellos que no sean necesariamente conocedores de este universo. Dicho esto, si quieres seguir leyendo prometo mantener los spoilers al mínimo y explicar con toda la claridad que puedo qué hace a este libro tan sublime.


La historia, ambientada en la Era Indomitus (con la Gran Fisura como un elemento crucial de ella), nos presenta al Teniente Amadeus de los Mentores, a quien su Capítulo le ha asignado la misión de marchar al Velo de Elara, una región del espacio en el Imperium Nihilus otrora defendida por tres capítulos de Astartes: los Escorpiones Estelares, los Leones Celestiales, y los Lanzas del Emperador, que son realmente el único capítulo capaz de defender la susodicha región (ya que los Escorpiones están extintos y los Leones aún se están recuperando de ciertas catástrofes ocurridas en Armageddon). Su misión es simple, ponerse en contacto con los Lanzas, recabar información del curso de la guerra, y volver para informar al resto del Imperium. Ignoro por completo si el capítulo de los Mentores ha protagonizado anteriormente alguna novela, pero ADB se ha esforzado en hacer del personaje de Amadeus el Astarte mas sobrio, aburrido y soso que ha podido concebir, y a través de él, ha ilustrado la mentalidad de un capítulo de Astartes dedicado a la perfección marcial y al metodismo extremos. Si este es nuestro protagonista, nos espera un viaje narrado con la pasión de una lista de la compra. Por eso, resulta que no es el protagonista ni el narrador.


En toda su sabiduría, ADB otorga la voz cantante a Anuradha, una sierva de Amadeus que cumple el papel de escudera y escriba personal del susodicho, junto con otros dos siervos, Kartash y Tybera. Ana  es quien realmente nos presenta a Amadeus y es a través de sus ojos que se nos cuenta esta historia, muy en la línea de obras como Próspero Arde, donde también se narraban los hechos desde la perspectiva de los humanos que asisten a los marines, y debo decir, es un personaje increíble. Anuradha no tiene nada en común con el ciudadano medio imperial, que es temeroso del Emperador e ignorante del cosmos que lo rodea, pues viene de una familia que siempre ha servido a los Mentores. Ese papel tan cercano a una organización que se esfuerza al máximo en el análisis (la característica clave de los Mentores es su aplicación del método científico en la guerra) le ha dado una educación y un amplio adiestramiento, por lo que es resuelta, inteligente y goza de una visión muy amplia de cómo es el Imperio, pues a lo largo de su historia ha servido a varios Mentores en diversos despliegues. Esto es algo de lo que ADB  saca todo el jugo que puede con un objetivo clarísimo: ADB no solo ha creado un personaje excepcional, bien escrito, con un carácter muy bien construido, también ha aprovechado para explayarse en uno de los que, creo, son los temas principales de la obra: la alienación que hay entre los humanos y los Astartes

La visión que se tiene de los Astartes es una que cambia dependiendo del autor, tanto dentro como fuera de su universo. Con esto no me refiero a cómo el autor los ve (que también) sino a cómo son percibidos por los humanos, que por lo general,  los toman como los ángeles de la Muerte del Emperador que acuden en momentos de necesidad rescatando a soldados de la Guardia Imperial, o con el ardor religioso de población demasiado devota, pero Anuradha no es ninguna de esas cosas. Aprovechando que toda la historia se escribe desde su punto de vista, los Astartes que ADB describe están despojados del todo de su aura heroica, lo que se permea a varios niveles. Para empezar, que Ana tenga un contacto directo con las constante vitales de Amadeus otorga al lector la visión mas realista del funcionamiento de su cuerpo cuando este está entrenándose, analizando datos o luchando, y toda esa perorata de "lo sobrehumano" se va al traste cuando, por la pluma de ADB, los Astartes son reducidos a soldados de élite, transmutados por la ciencia para exceder en todos los campos, sí, pero falibles al fin y al cabo y con unos límites muy definidos. Pero esta es la capa mas superficial. Donde mas resaltan las diferencias entre humanos y Astartes es en cada interacción de Ana con Amadeus, en el que contrastan la curiosisdad, sociabilidad y emoción humana con la ausencia de pasión casi total de un ser que es un arma viviente a todos los efectos. A veces, y nunca siendo cargante, el libro parece querer hacer un psicoanálisis de los Astartes. Pero eso no es nada comparado con lo que el lector se encuentra al conocer a los Lanzas del Emperador.


Si con el Capítulo al que sirve se siente alienada, ni que decir tiene que esto se multiplica cuando interactúa con los Lanzas del Emperador, pero porque estos son el opuesto al carácter de Amadeus. Esto es algo que se ve desde el primerísimo encuentro con el primer Lanza en su planeta natal, llamado Breâc de Vargantes, quien pregunta a los siervos de Amadeus sus nombres. Y es que el propio Amadeus solo los llama por su asignación numérica porque para él solo son eso: herramientas. Me flipa cómo con un gesto tan sencillo, ADB construye dos personajes tan diferentes y a partir de eso, la dinámica que va a seguirse a lo largo del resto de la obra. Vistos desde fuera, los Lanzas están muy en la línea de los Lobos Espaciales, a pesar de ser descendientes de los Ultramarines: tribales, no del todo conformes con el Códex y bastante malhablados, pero que esto no los haga parecer unos bromistas. Nada mas lejos de la realidad. Los Lanzas del Emperador son un Capítulo que defiende casi en solitario una zona de guerra en el Imperium Nihilus y ADB tiene meridianamente claro que esto es algo de lo que no se debe olvidar a la hora de describir su carácter siniestro, el cómo su actitud es fruto de una situación de constante desgaste en un lugar olvidado de la galaxia. Todo esto, sin mencionar que ADB se ha sacado un Capítulo de la manga cargado de carisma, faltaría mas, pero la parte mas importante de los Lanzas es que son el motor de lo mas importante de esta obra: su desarrollo de personajes. Esto es algo sobre lo que no puedo dar muchos detalles porque no quiero revelar demasiado, pero sí puedo decir que a través de sus vivencias con los Lanzas, Ana y Amadeus pasan por una profundísima transformación. Por su parte, exploramos el lado mas personal de Ana, el dolor que carga en lo mas profundo de su persona por una vida de servidumbre bajo unas figuras idealizadas por el resto del Imperium, mientras que la máscara de indiferencia de Amadeus va a irse quebrando a pedazos. La trama del libro es muy buena, en general, su ritmo es ejemplar y sus puntos de giro dan en la diana, pero es en sus personajes que creo que ADB le otorga un alma al libro.

En general, este libro ha hecho que coloque a ADB en el podio de los escritores de Black Library, junto con Chris Wraight y Peter Fehervari, pero me niego a terminar la reseña sin resaltar la construcción de mundo que hace. Veréis, aparte de sacarse un Capítulo de Astartes digno de una saga, ADB aprovecha todo lo que tiene a mano para retratar el escenario de una guerra en el Imperium Nihilus. Si estáis buscando una novela que hable sobre lo que es vivir en un rincón apartado del Imperium donde el control del mismo es muy frágil, esta novela es obligatoria, porque revela muchísimo. Sobre las dificultades del viaje sobre la disformidad, sobre la falta de control de planetas imperiales que se encuentran desguarnecidos, sobre la llegada de los Primaris, e incluso, sobre la introducción de los marines Rubicón. De hecho, si alguno se pregunta cómo es que algunos Astartes tradicionales son convertidos en Primaris en lugar de ser internados en un dreadnought, esta obra revela exactamente eso.


Terminando ya con la reseña, casualmente me encontré con un artículo escrito por él y no es por echarme flores, pero creo que andaba bastante bien encaminado al hablar del subtexto del libro. Esta es una de esas obras atípicas, una que oculta tras su portada, no particularmente inspirada, una historia mas que notable que podría recomendar a alguien, independientemente de si es o no conocedor del universo de 40K, porque su autor sabe combinar un drama con el que todo lector buscando buena ficción puede sumergirse, al tiempo que aprovecha los elementos de su trasfondo para hacer una descripción algo mas detallada y acotada de ciertos elementos que a veces quedan un poco en el aire, como los límites de los Astartes o las condiciones del Imperium al otro lado de la Gran Fisura. Volviendo al comienzo e la reseña, os debéis este libro, es una pasada.



viernes, 11 de diciembre de 2020

¿Qué es la Cruzada Indomitus?

La Cruzada Indomitus es un nombre que se ha escuchado mucho en los últimos años, pero que solo se ha empezado a concretar recientemente. Como tal, es un evento muy fácil de describir (una Cruzada Imperial dirigida por Guilliman para contraatacar al Caos), pero en realidad, tiene tal escala y abarca tanto que merece su propia entrada, ya que con ella inicia la Era Indomitus. Al momento de escribir esto acabamos de tener una Preview de las próximas novelas de Black Library, entre las cuales hay una reedición de los libros de Dark Imperium. Digo esto, porque esta entrada pretende resumir toda la información de la Cruzada Indomitus para el lector casual, de manera que comprenda la gravedad del suceso, pero los libros de Dark Imperium van a reescribirse, lo cual cambiará algunos datos. De momento, las fuentes en los que se basa esta entrada son:

-Novelas de la trilogía Dark Imperium y la serie Dawn of Fire

-Los números 444, 448, 451 y 453 de White Dwarf.

Que lo disfrutéis :)

¿Qué es la Cruzada Indomitus?

Cuando Guilliman llega a Terra, el panorama que se encuentra es el de el Imperium al borde del abismo. En la anterior entrada mencionamos que durante un tiempo el Astronomicón falla, por lo que el viaje espacial y las comunicaciones astropáticas son imposibles. Luego llega el gran asalto de las legiones de Khorne, que por suerte es rechazado. En cuanto el Astronomicón vuelve a comunicar con el resto de la galaxia, Guilliman descubre la Gran Fisura que parte la galaxia en dos, y que deja a la mitad del Imperium incapaz de comunicarse y dificultando mucho el viaje a través de la Disformidad. Aparte de la Gran Fisura, hay otras tormentas de Disformidad destrozando sectores enteros, por lo que, en resumen, el Imperium está mas vulnerable que nunca. 

Así pues, Guilliman organiza la Cruzada Indomitus, una macro empresa militar como no se ha visto desde la Gran Cruzada del Emperador. El objetivo es lanzar diez flotas gigantescas que pueda rescatar planetas asediados por el Caos o xenos, asegurar zonas vitales y en resumen, salvar un Imperium que apenas se sostiene.

¿Cómo de grande es la Cruzada Indomitus? 

A menudo se habla en términos hiperbólicos del tamaño de las empresas militares del Imperium, pero nada se acerca a la envergadura de la Cruzada. Guilliman organiza la Cruzada en diez flotas, cada una con un mayor tamaño que la que se reunió para Cruzadas muy conocidas como la de los Mundos de Sabbath o la Macariana. Es, por no exagerar, la mayor concentración de poder naval imperial desde la Gran Cruzada. Cada una de las Flotas se divide en un número indeterminado de Grupos de Ejército, como mínimo ocho, que a su vez se subdividen en Grupos Tácticos. Para que nos hagamos una idea ilustrativa del tamaño de estos Grupos de Ejército y Grupos Tácticos, toda la campaña del Nexo Pariah está siendo llevada a cabo por un solo Grupo Táctico (llamado Kallides), mientras que la primera batalla de la Cruzada Indomitus reunió a cinco Grupos de Ejército de la Tercera Flota para detener en seco una Cruzada del Caos no muy lejos del Ojo de Terror. 

Por descontado, reunir tal cantidad de fuerzas fue en sí mismo una odisea. Tan pronto como el Astronomicón volvió a contactar con el resto de la galaxia, Terra recibió cientos de llamadas de auxilio. Antes de la Gran Fisura, el Imperium ya tenia miles de frentes abiertos, pero su situación actual era al borde del colapso. A la defensiva, el Imperio terminaría por caer en una guerra de desgaste que no podía ganar. Estudiando los informes de las flotas y otras fuerzas imperiales dispersas por el Segmentum Solar y sus inmediaciones, Guilliman tomó durísimas decisiones con tal de tener la cantidad de naves mínima para iniciar la Cruzada, pues muchas de las naves que terminarían por componer la contra ofensiva imperial fueron retiradas de zonas en disputa, cediendo territorio y recursos al enemigo. Para que la Cruzada Indomitus pudiera comenzar, muchísimos sacrificios fueron necesarios y muchas llamadas de socorro desatendidas, algo que pesa sobre la conciencia de Guilliman.


¿Cuáles son los objetivos de la Cruzada?

Dicho en una sola frase, la Cruzada Indomitus supone la única esperanza de salvar al Imperium de su final. Cuando las diez flotas se reúnen, a cada una se le da un objetivo que supone una ruta a través del Imperium con los objetivos elementales de: liberar planetas asediados, asegurar planetas con recursos vitales (incluyendo el diezmo de las Arcas Negras para el Trono Dorado), y aniquilar zonas con altas concentraciones de enemigos que puedan ser un peligro para el avance de la Cruzada. Solo tenemos información de tres de las rutas de la Cruzada. La Flota Primus, comandada por el propio Guilliman, atacó Gathalamor, que es un nexo de rutas espaciales, y luego puso rumbo hacia el sureste galáctico, llegando hasta Ultramar. La Flota Secundus tiene ruta directa a la Puerta de Cadia, y mantiene un corredor de refuerzos que mantiene a raya a las fuerzas del Caos que emergen ahí. La suya es la ruta llamada como el Camino de los Mártires. La Flota Tercius, liderada por la Gran Almirante Cassandra Aleskus fue la primera en salir, y su primer cometido fue destruir una Cruzada de Matanza en Machorta Sound, para luego virar al Segmentum Pacificus. De la Flota Quintus sabemos que se encontró aquejada por problemas que incluían brotes epidémicos y asaltos disformes en su interior desde antes de que salieran y que toda la expedición ha padecido problemas que le han merecido el nombre de la "maldita Quintus". Por último, la Flota Septimus tuvo una zona de reunión, una composición de fuerzas y un objetivo secreto, que solo ellos y el Primarca conocen, y su paradero actual es desconocido salvo para unos pocos. 

¿Cómo ser organiza?

Otra cosa no, pero Guilliman es un político que no se anda con chorradas. De toda la vida, uno de los mayores defectos del Imperium ha sido su lenta burocracia y capacidad de reacción. El Adeptus Terra es un laberinto inabarcable de divisiones administrativas que a menudo se ponen la zancadilla unas a otras accidentalmente, y son tan lentas en recopilar información que a menudo la información llega con décadas de retraso. Semejante lentitud sería la condena del Imperium si no fuera por su abrumadora capacidad industrial, y es que cuando decide atacar, ataca con todo. Pero la Cruzada Indomitus es demasiado grande como para poder organizarse a tiempo por lo canales habituales, de modo que Guilliman decide arrasar con todo. Aunque sus medidas son las de un tirano, no duda en aprovechar que posee autoridad absoluta para pisotear cualquier barrera que le impida reunir sus flotas, y los que se interponen en su camino lo lamentan. Por poner un ejemplo, Guilliman mandó flagelar públicamente a uno de los Altos Señores de Terra, nada menos que el líder de las Casas de los Navegantes, por tratar de buscar rédito político aprovechando la desesperada necesidad de Navegantes para las naves. Si Guilliman requería algo para su flota, lo tenía. Solo en dos ocasiones tiene que negociar para unir fuerzas a las Flotas: con el Fabricador General de Marte y con la Abadesa Sanctorum, una de las dos líderes militares de todo el Adeptus Sororitas. 

Pero hay otro órgano que hay que destacar en la organización de la Cruzada, y este fue el Officio Logisticarum, un órgano administrativo dedicado exclusivamente a la gestión de los recursos y la información de las Flotas y de las defensas en zonas conquistadas. De nuevo, Guilliman hacía frente con esto a la redundancia de información y lentitud de las órdenes creando una administración que solo respondía ante él, para dirigir de manera eficiente los medios para llevar a cabo semejante empresa militar. Con esto se terminarían los envíos incorrectos de munición, las órdenes contradictorias o el acaparamiento de material. Este Officio Logisticarum no solo disponía de una amplia plantilla de personal que acompañaría las flotas, sino que a medida que estas fueran reconquistando el la galaxia se irían instalando fortalezas-nodo en los sistemas conquistados, de manera que todos los informes serían los mas completos y bien contrastados posible, y además se enumerarían sus recursos de susodicho sistema para ponerse a disposición de la Cruzada en su justa medida, ya fuera en medos navales, materias primas o refuerzos para la Guardia Imperial.


Los Primaris y las Flotas Antorcha

Ahora, mas allá de los recursos navales y de las decenas de millones de Guardias Imperiales que compondrían tamaña fuerza, el arma secreta que Cawl había estado desarrollando era revelada en la órbita de Marte. Los Primaris, una nueva generación de Marines Espaciales que representaban el futuro de la mayor defensa que el Imperio tenía contra las amenazas que lo asediaban por todos lados. No existen números exactos sobre cuántos Primaris habían en las cámaras de Marte, pero de nuevo, podemos conjeturar que el número es desproporcionadamente grande. En Dark Imperium se afirma que tras 12 años de Cruzada Indomitus todavía quedaban veinte mil marines sin asignar a ningún Capítulo, y Avenging Son habla de una cifra inicial que supera esta con creces. A esto hay que añadir que existen en Marte cámaras con Primaris que son descendientes de los Primarcas traidores, incluso de los dos Primarcas perdidos, pero que Guilliman se niega a permitir que se liberen. 

La forma de distribuir a los Primaris es el otro gran objetivo de la Cruzada Indomitus, pero este no seguiría las rutas de las diez grandes flotas. En su lugar, Guilliman ordena que se organicen las llamadas Flotas Antorcha, que incluyen a los Adeptus Custodes y Hermanas del Silencio en su tripulación, para llevar a todos los capítulos dispersos por la galaxia los medios para crear sus propios Primaris y un refuerzo que a menudo se compone de compañías enteras de Primaris. Eso no es tarea fácil, debido a que muchísimos Capítulos de Astartes se encuentran en los rincones mas lejanos del Imperium, mas allá de la Gran Fisura, o son Capítulos móviles cuya Fortaleza Monasterio es una flota propia, o porque debido a las dificultades para las comunicaciones mas allá de la Gran Fisura es imposible saber si algunos de estos Capítulos no ha sido ya extinguido. Aún así, las Flotas Antorcha se dispersaron por todo el Imperium en busca de los Capítulos a los que debían entregar el "regalo de Cawl". En algunos casos, algunos Capítulos particularmente conservadores o tradicionalistas podrían negarse a aceptar a los Primaris, pero para esos casos, la Flota Antorcha en cuestión estaba reforzada en caso de tener que dejar claro que los Primaris eran una orden que no aceptaba discusión. En algunos casos, como el de los Hijos de Medusa, hubo resistencia. 

Sin embargo no todos los Primaris fueron asignados a Capítulos existentes. Sobre la organización de los Primaris nada mas salir de las cámaras criogénicas, existen tres grupos. El primer grupo es el de los Primaris que ya salen del tubo con el Capítulo asignado, y van en las Flotas Antocha (Cónsules Blancos, Ángeles Oscuros, Bebedores de Almas y en general, muchísimos Capítulos). El segundo grupo son los Hijos Innumerables, que son los que participan en la Cruzada Indomitus y son también llamados "escudos grises", que no se unirán a ningún capítulo hasta terminar la Cruzada. Los del primer grupo también participan en la Cruzada, pero solo usan las mismas rutas cuando estas coinciden con las de las Diez Flotas de la misma. El tercer grupo de Primaris es el que forma íntegramente capítulos de la Fundación Última (Hijos del Fénix, Castellanos del Abismo...) que están compuestos enteramente de Primaris. De aquí han salido Capítulos sucesores de antiguas Legiones que antaño no tenían ningún sucesor, como los Salamandras.


EN CONCLUSIÓN

Ahora mismo, la Cruzada Indomitus es el evento que da inicio y nombre a la ERA INDOMITUS, marcado por esta gran empresa que pretende rescatar a la Humanidad del borde del abismo, es la gesta militar mas importante del Imperium, algo como jamás se ha llevado a cabo...y de la que aún sabemos muy poco.

Pues veréis, volviendo al comienzo de esta entrada, en la preview de Black Library del sábado 5 de diciembre de 2020 se anunció que las novelas Dark Imperium y Plague Wars efectivamente iban a tener algunos retoques en su reedición debido (A LA MALA PLANIFICACIÓN DE GAMES WORKSHOP) a varias incongruencias que estos libros tenían con respecto al canon tal y como querían desarrollarlo a lo largo de toda la Cruzada Indomitus. Es por eso que esta entrada ha estado sujeta a cambios dependiendo de los cambios en susodichos libros, retoques que ya se han hecho. La mayor parte de la entrada toma como base el libro Dawn of Fire; Avenging Son, que es el mas reciente y el principal esfuerzo por novelizar la Cruzada Indomitus de manera canónica.

En cualquier caso, queda manifiesta la importancia de esta Cruzada, y de la era que inaugura, pues es durante esta gran guerra que sucede el descubrimiento del Nexo Pariah y el retorno del Rey Silente se hace manifiesto. Es durante esta guerra que los Ynnari reunirán a las culturas aeldari bajo el manto de la secta de Ynnead, que los T´au lanzan la Quinta Esfera de Expansión, que el Adeptus Mechanicus empieza a experimentar con la Piedra Negra. Es durante esta nueva era que los psíquicos andan desatados por todo el Imperium, que la mitad del Imperium resiste con un resquicio de la luz del Astronomicón. Es en esta época que Abaddon el Saqueador atacará Vigilus, Ghazkull se enfrentará a Ragnar y el Primarca demoníaco Mortarion invadirá Ultramar al mando de su Guardia de la Muerte.

Esta es una nueva era de guerra, y la Cruzada Indomitus es su mayor exponente. En mi próxima entrada es posible que haga una breve guía de lectura para quienes quieren abarcar este período de Historia reciente de Warhammer 40.000.

Un saludo!


sábado, 28 de noviembre de 2020

Cronología reciente de Warhammer 40.000

En un artículo de la White Dwarf número 456, Andy Clark escribía de manera particularmente honesta que la manera de escribir el trasfondo de cara al avance del trasfondo aprovechaba a menudo pistas del pasado, pero que esto no implicaba que dichas pistas estuviesen ahí como parte de un plana largo plazo. Uno de los pilares de los grandes juegos de Games Workshop que a menudo veo que no se menciona todo lo que debería, dada su importancia, es que su narrativa a menudo recurre al misterio mediante una forma de contar las cosas muy vaga, dejando a propósito algunos huecos argumentales para llevar a la comunidad a la especulación. Esto es algo que le sienta especialmente bien a Warhammer 40.000, porque incide en el oscurantismo, la ignorancia y la desconfianza hacia el descubrimiento, que ha sido sustituido por el dogma y la superstición. 

Esto no significa que no tengamos información fiable de ningún evento, sino que la metanarrativa de 40K alcanza un equilibrio perfecto para crear pequeñas historias alucinantes en una galaxia enorme, pero con el espacio y las herramientas para que la comunidad se monte sus propias historias. Pero a la hora de avanzar la temporalidad, hay que tener presente que a pesar de que Games Workshop trabaja con una agenda muy adelantada a los plazos de lanzamiento de sus productos, su historia surge sobre la marcha aprovechando lo que hayan sembrado, ya sea de alguien de su Redacción o de autores de Black Library, pero sin que esto implique que la progresión de una historia estaba establecida desde el principio, ni mucho menos (y de paso, decía Clark, hacían desaparecer cosas cuando no les convenía). En la Octava Edición el trasfondo avanzó por primera vez de forma significativa en 15 años, que se dice pronto, dando cierre a algunos arcos que estaban abiertos en Ediciones anteriores, de modo que se me ocurrió hacer esta pequeña cronología para los jugadores nuevos o reintroducidos al hobby para que aten cabos o puedan buscar por su cuenta mas información. La idea no es ponerlo TODO, sino simplemente enlazar la información de Codex mas actuales con suplementos u otros productos que ya no se encuentran disponibles, pero que quizá un jugador quiera conocer. Puede que los encuentre en algún rincón de internet. Que la disfrutéis :)

  • Séptima Edición

En séptima Edición hay tres suplementos de Campaña que enlazan con el estado actual de sus facciones. El primero es el Escudo de Baal, que engloba toda la Tercera Guerra Tiránida, enfrentando las hormigas espaciales con los Ángeles Sangrientos. Esta es crucial para los hijos de Sanguinius, pues culmina con el libro de la Devastación de Baal de Guy Haley y prácticamente define su realidad en la actualidad. Si quieres conocer mas de este suceso, puedes escuchar los podcast de La Voz de Horus, o puedes aprovechar que dicha campaña se novelizó, y existe un recopilatorio bastante barato que puedes comprar en digital aquí. Incluso vemos, en uno de los relatos breves la primera aparición del Rey Silente.

El Segundo es la campaña de Diamor, que se narró en los suplementos Traitor´s Hate y Angel´s Blade. Personalmente, aunque puede ser entretenida, pienso que esta batalla, aunque es parte de la 13ª Cruzada Negra, es inconsecuente, ya que su conflicto es autoconclusivo (Codex Heretic Astartes 8ª Ed.). Aún así, puedes leer un resumen de la misma aquí

Pero la tercera y probablemente mas significativa es la Zona de Guerra Fenris, que se divide en dos suplementos: Curse of the Wulfen y Wrath of Magnus, ambos cruciales para los Lobos Espaciales y los Mil Hijos respectivamente. Por un lado, en Curse of the Wulfen aparece la perdida 13ª Gran Compañia de los Lobos Espaciales, convertidos en marines mutantes que de alguna manera han permanecido leales al Imperio, y ahora se unen a sus hermanos. Pero en Wrath of Magnus se descubre que esto es parte de un plan del Primarca demoníaco Magnus el Rojo, que asalta Fenris y se queda muy cerca de aniquilar a los leales hijos de Leman Russ. Estos suplementos vieron el lanzamiento de nuevos modelos de los Lobos y a los Mil Hijos convertidos en facción por derecho propio, además de ser eventos cruciales para la historia de ambos. La primera parte tiene una novelización, pero también puedes leer su resumen en la wiki. 

  • La Tormenta en ciernes.
La Tormenta en ciernes (Gathering Storm en inglés), fue el trío de suplementos que se lanzaron a principios de 2017 para dar cierre a la Séptima Edición. Estos suplementos son la base del trasfondo actual, y cada uno de ellos es fundamental para el trasfondo. Cuentan una historia que se lee de seguido, empezando por la Caída de Cadia, donde aparece Belisarius Cawl por primera vez. Abaddon finaliza la 13ª Cruzada Negra y se da un sentido a los pilones que había en ese planeta. Es AQUÍ donde nace la Gran Fisura que ahora divide la galaxia en dos. Originalmente, el destino de Cadia se decidió en una campaña global en 2003, pero se reescribió para cuadrarlo con la historia que este suplemento nos da. El segundo suplemento es la Fractura de Biel-Tan, que ve el nacimiento de los Ynnari, el ascenso de Yvrainne como sacerdotisa del dios de la muerte eldar, y su viaje a través de la galaxia, que llevan a la destrucción del Mundo Astronave Biel-Tan y a reunirse con los supervivientes de Cadia, que los conduce a Macragge, donde da comienzo el tercer suplemento: el Ascenso del Primarca. Cawl e Yvrainne resucitan al Primarca Roboute Guilliman, quien de inmediato marcha a Terra. Esto se conoce como la Cruzada Terrana, con Roboute y las pocas fuerzas que puede reunir atravesando una Galaxia que acaba de caer en la anarquía debido al silencio del Astronomicón, opacado por la disformidad. Culmina en la Luna, donde combate a su hermano Magnus, logrando una victoria a duras penas. Así, Roboute llega a Terra, preparado para tomar el manto de Regente Imperial y salvar al Imperium en su hora mas oscura. Encontrarlos en español es muy difícil, pero La Voz de Horus tienen unos podcast la mar de entretenidos para enterarte de qué sucedió, si el inglés resulta un problema.

  • Octava y Novena Edición. 
Si la Herejía de Horus es la Génesis del Imperio, la Tormenta en ciernes es lo propio para el estado actual del trasfondo. Como ya he cubierto en anteriores entradas en este blog, la Octava Edición establecía las nuevas bases del trasfondo, las grandes novedades, como los Primaris o la presencia de los Primarcas, la llamada ERA INDOMITUS, mientras que la Novena Edición pretende explorar todas las historias que surgen a lo largo de la Cruzada del mismo nombre. A lo largo de octava, los suplementos han ido revelando algunas de estas historias sin un orden concreto, y es lo que pretendo desgranar aquí, junto con los eventos mas recientes del trasfondo:

  • El Primarca Roboute Guilliman llega a Terra tras enfrentarse a Magnus en la Luna. Inmediatamente tiene una audiencia con su padre, el Emperador, y depone a la mitad de los Altos Señores de Terra.
  • Khorne envía sus legiones a Terra, para decapitar el Imperio de una vez. Por segunda vez en 10.000 años, los muros del Palacio Imperial son asaltados, con las fuerzas imperiales haciendo pagar cada paso que dan las hordas demoníacas con innumerables bajas. El asedio fracasa, y aunque Terra está sumida en el desorden, el Imperio sobrevive
  • Tras la Caída de Cadia, el Astronomicon pasa un tiempo indeterminado siendo incapaz de comunicar ni guiar a las naves Imperiales a través de la galaxia. Esto se conoce como la Larga Noche. Cuando las tormentas de Disformidad se disipan, la galaxia está partida en dos, llegan incontables llamadas de socorro de todos los rincones del Imperio, pero Guilliman se resuelve a planificar su gran estrategia para salvar el Imperio: la Cruzada Indomitus.
  • Poco antes de iniciar la Cruzada, son abiertas las cámaras de Marte donde Belisarius Cawl ocultaba su mayor obra: los Marines Espaciales Primaris.
  • A medida que la Cruzada avanza, las Flotas Antorcha encuentran Capítulos Astartes diezmados a quienes otorgan los medios para crear Primaris. 
  • El Adeptus Mechanicus investiga el mineral del que estaban hechos los pilares de Cadia, y que han sido encontrados en otros planetas, buscando una manera de repeler la disformidad que ahora divide la galaxia en dos. 
  • Typhus, al mando de una fuerza combinada de Guardia de la Muerte y otros servidores del Caos que comprende Traidores Astartes, Titanes, Caballeros, mareas de herejes y mutantes y criaturas demoníacas, sitia el Mundo Forja de Metallica.
  • La Guerra por Vigilus: Vigilus, el planeta que guarda la única ruta a través de la Gran Fisura que puede aprovechar el Imperio, es el escenario de una guerra que reúne múltiples facciones del trasfondo. Marneus Calgar se convierte en un marine Primaris. Es también la última vez que ha aparecido Abaddon, que por muy poco, es derrotado en Vigilus. Esta importante guerra está cubierta en los suplementos Vigilus Defiant y Vigilus Ablaze.
  • El Despertar Psíquico. Esta ha sido una serie muy reciente de suplementos que han expandido los frentes de batalla a lo largo de la galaxia durante la Octava Edición. Cada uno de los suplementos cubren una guerra distinta, con diferentes grados de calidad en cuanto a su escritura. En este mismo blog he cubierto cada uno de ellos en resúmenes, para que sea mas fácil su lectura. Cada historia (salvo la primera y la última) están autocontenidas y no guardan relación con las demás, pero es interesante ver las muchas caras de la guerra en este trasfondo de locura. El último suplemento, Pariah, es el anticipio de la Novena Edición.
  • El retorno del Rey Silente. El evento mas importante de esta Edición, de momento, es la revelación al resto de la galaxia de que el Rey Silente, el monarca de los Necrones, ha vuelto a la galaxia. A su llegada, empiezan a activarse las Zonas Pariah, siendo la primera encontrada por el Grupo de Batalla imperial Kallides en el Sector Nephilim. Las fuerzas imperiales se enfrentan a un enemigo imbatible que usa fuerzas capaces de anular la Disformidad, pero que usan a tal extremo que todo ser pensante es afectado con un profundo letargo cuando se expone a sus efectos. El Rey Silente planeta usar esta tecnología para hacer retroceder la Disformidad y los seres empíricos, pero también para dominar la galaxia de nuevo y hacer frente a los Tiránidos, a quienes ve como una amenaza que podría acabar con toda esperanza de devolver a su antigua civilización a su forma corpórea.
  • A los doce años de haber iniciado la Cruzada Indomitus, Guilliman retorna con su flota a Ultramar, donde ha comenzado el asedio de Mortarion y su Guardia de la Muerte a los mundos de los Ultramarines, lo que enfrentará a ambos hermanos en un duelo titánico.

Y así, llegamos adonde estamos. El punto mas avanzado de la cronología, pues, son las Guerras de la Plaga, en la que Guilliman defiende el reino de Ultramar del Primarca Mortarion y su Guardia de la Muerte. Mientras tanto, nuevas zonas de guerra se abren, nuevos conflictos surgen, nuevos personajes entran en liza, y solo el tiempo dirá cómo continua la Cruzada Indomitus. Mientras tanto, todo suplemento que amplie el trasfondo será cubierto en este blog, en persecución de su objetivo: que siempre exista un registro del pasado. Un saludo a todos!