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miércoles, 8 de abril de 2020

Reseña de Lords of Silence de Chris Wraight

Cuando uno repasa el catálogo de Black Library, es una suerte encontrarse con tan variopintos puntos de vista desde los que explorar este vasto universo. Exploradores, guerreros, investigadores y tiranos forman un mosaico de pequeñas piezas, agujeros por los que asomarse para ver una parte que puede ser tan inmensa como un océano o tan minúscula como el ojo de la aguja. Esto, no obstante, no siempre fue así. En sus comienzos, Black Library nos ofreció principalmente sagas que ponían a personajes imperiales en el centro del foco, algo mas que comprensible por una cuestión de parentesco racial con los protagonistas, destacando dos sagas que han perdurado durante dos décadas, la de los Fantasmas de Gaunt y la de Uriel Ventris. Sin embargo, mas allá de la presencia relativamente casual de xenos, si hay un bando que al comienzo fue retratado como poco mas que un saco de boxeo este es el Caos. En una entrevista a Graham McNeill, el veterano autor y ex miembro de la redacción de GW afirmaba que este era el principal motivo por el que comenzó a escribir sus libros centrados en los Guerreros de Hierro, para poder desarrollar la otra cara de la moneda y darles cancha a los villanos de este universo, lo cual abrió la caja de Pandora. 

Desde entonces, muchos otros autores han escrito sobre los villanos de este universo, otorgando toda una plétora de lecturas cuyos protagonistas a menudo son tan maquiavélicos como fascinantes. Así, tenemos a Ahriman de John French, a Fabius Bile de Josh Reynolds, los libros de los Amos de la Noche de Aaron Demski Bowden y el caso que nos ocupa, la novela de la Guardia de la Muerte, Lords of Silence, de Chris Wraight.


Antes de nada, un poco de contexto: la Guardia de la Muerte (traducido como Death Guard, los marines espaciales del Caos devotos de Nurgle y una de las Legiones originales creadas por el Emperador, para no confundirlos con la Death Watch, pues se traduce también como "guardia de la muerte") es un ejército muy nuevo en el hobby. A pesar de que ya existían como tal dentro de los Marines Espaciales del Caos, con el lanzamiento de la Octava Edición en 2017 se convirtieron en un ejército aparte. De la nada emergió con sus propias tropas, su propio Codex y toda una historia detrás, pero en lo que respecta a la literatura, la Guardia de la Muerte siempre había permanecido en completo silencio (valga la redundancia). Es por esto que Chris Wraight, uno de los autores mas relativamente nuevos dentro de la Black Library, aprovechó esta oportunidad para darles un desarrollo a través de la que para mí, es una obra mucho mas sesuda y mejor escrita de lo que uno esperaría.

Lords of Silence es un libro atípico dentro de la literatura de Black Library. Si uno espera encontrarse porno de bólter, este libro puede decepcionarle, pero eso es porque el autor ha decido enfocarse en algo totalmente diferente. La historia sigue a una banda de guerra denominada los Señores del Silencio (traduciré el nombre cuando me refiera a la banda, lo dejaré en inglés para referirme al libro), cuya nave acaba de ser expulsada de la Disformidad tras un viaje particularmente turbulento en mitad de ninguna parte en el espacio. Tan pronto como se recobran, se encuentran con una galaxia partida en dos por la Gran Fisura, separados de su cadena de mando y sin una dirección o plan, por lo que deben buscar una manera de situarse y después, averiguar cómo deben proceder.


-Hola señor, me llamo Vorx, llevo peleando 10.000 años y vengo a enseñarle alternativas a la forma de vivir del Imperio. Cómo, se preguntará. Bueno, hemos extirpado su corazón y aquí lo tengo, aún bombeando. ¿Qué le parece la primera lección?
-¿PERO QUÉ PUÑETAS TÍOS?
-Mejor seguimos en otro momento, descanse por favor.


La sinopsis de la trama puede resultar algo vaga, pero esto es deliberado. No es porque el libro tenga una mala trama per se, sino que esta es un vehículo que se mueve en paralelo con la verdadera joya oculta entre sus páginas: una construcción de personajes como pocas veces se ha visto en un libro de este tipo. Lords of Silence, en esencia, es un estudio de personajes bastante más profundo y maduro de lo que aparenta, en el que Chris Wraight captura la esencia de unos guerreros milenarios que hace tiempo que dejaron de ver la Larga Guerra como una cuestión de venganza espoleada por el odio de viejas derrotas. Sus personajes son los líderes y lugartenientes de una hermandad de soldados muy singular, en la que se mezclan personalidades y se enfrentan puntos de vista. El plato principal es Vorx, el maestro de asedio, un veterano que lleva comandando a su banda durante diez mil años, nacido en el mismo planeta que el Primarca Mortarion, y es uno de los mejores personajes que he visto no en Black Library, sino en la literatura general. Vorx es metódico, paciente, implacable, pero muy humano al mismo tiempo, con unos principios morales bien definidos. Es honesto, gentil y mas honorable que muchos Astartes leales, jamás permitiéndose que las vidas de sus subordinados se pierdan en vano, y su diálogo tiene momentos de sarcasmo al mismo tiempo que nos deja ver su lado mas íntimo, en el cual se siente dividido por todas las lealtades a las que tiene que rendir cuenta: a su dios, a su Primarca, a sus propios soldados... Se come cada escena en la que sale porque siempre está mostrando algo fascinante de sí mismo. Una pequeña muestra de esto es un momento en el que se nos muestra el personaje escribiendo los nombre de todos a quienes ha dado muerte, o han caído bajo su mando, sin parar durante semanas, con la fecha y los méritos de los difuntos. No por una cuestión de orgullo personal, sino porque para él es importante que siempre exista algo que se preserve de quienes mueren por él o luchando contra él. 

El resto de personajes, en su mayoría, presentan los diferentes aspectos de la Guardia de la Muerte, como un biólogo que gusta de experimentar para fabricar nuevas armas por pura fascinación, un numerólogo que hace de adivino, un prisionero que ve cómo poco a poco se va transformando en un sirviente de Nurgle...Este último sirve esencialmente para contemplar la manera en que, efectivamente, los siervos de Nugle pueden entender horribles mutaciones como "regalos". Por último está el que es el contrapunto de Vorx: Dragan. 

Este Dragan  resulta ser el antagonista del libro, pero no por una cuestión de poder o ambición. Mientras que Vorx es un guerrero que lleva luchando esta guerra desde el comienzo, que ha visto demasiado como para saber que odiar al Imperio es fútil, y es calmado en su forma de actuar, Dragan es un Astartes que traicionó al Imperio muchos miles de años después de la Herejía de Horus, y que aún desprecia al Emperador y todo lo que representa. Ve a Vorx como una reliquia del pasado que ha perdido la pasión por la guerra. Para él, Mortarion no es más que un desconocido a quien no le debe nada, una vieja reliquia que no merece su respeto. El conflicto que surge entre ambos personajes no es algo que el autor resuelva poniéndolos a combatir, sino que sirve a la trama para exponer sus temas y darle a Vorx un arco que lo enfrenta a un enemigo que no es físico, sino filosófico ¿Realmente no es mas que un viejo tradicionalista o todavía es digno de liderar una banda de seres creados para hacer la guerra?


 "Fueron otros quienes lo llamaron el Planeta de la Plaga, en parte por burla y en parte por miedo. Los odiosos Mil Hijos, esos arrogantes embusteros probablemente fuera el origen, pues siempre habían cargado con ese disgusto natural por lo terrenal y honesto"

Pero ojo, no nos olvidemos de que toda esta gente no son antihéroes, sino villanos con todas las letras, sirvientes de un dios cuyos métodos son horribles y cuyas guerras causan muertos por millones. En dos ocasiones el autor hace algo que solo puedo calificar como sadismo puro. En sendos capítulos, se enfoca en personajes imperiales, les da un nombre y un pasado, les da a conocer al lector solo para que momentos después aparezca la Guardia de la Muerte a hacer su trabajo. Esto tampoco está porque sí, sino para explorar la manera en que los Señores del Silencio se relacionan con sus enemigos, con humanos, o incluso, con otras Legiones de marines traidores.

La otra gran baza del libro es la excelente construcción de mundo que hace de la Guardia de la Muerte, aunque sea centrándose en una pequeña parte de ella. Esta no es una Legión de fanáticos gritones y sádicos. Bueno, alguno sí que hay que disfruta de más de su trabajo. Lo importante es que son guerreros con una filosofía que gira alrededor de un retorcido concepto de vida, muerte y reencarnación, producto de un autor que comprende a un nivel más profundo el significado del dios a quien adoran, Nurgle: Esta banda ve su guerra como un proceso de liberación. Otros autores simplemente toman las ideas superficiales y hacen a sus personajes repetir los mantras del amor y señor de la entropía para hacer a sus villanos parecer mas malévolos, pero aquí somos testigos de una visión mas introspectiva y reflexiva. Los Señores del Silencio no son ajenos al dolor que causan, pero lejos de justificarlo y verse a sí mismos como heraldos megalómanos del gran porvenir que le espera a la Humanidad si aceptan a su dios, se ven como un pequeño y pasajero engranaje en una gran máquina que algún día liberará a su especie de la opresión y la ignorancia, incluso de la muerte. Por si esto fuera poco, está la exploración que se hace de la Guardia de la Muerte, su organización interna, costumbres, vocabulario y uso que hacen de la numerología para predecir el futuro, o cómo su equipo o sus naves se transforman a medida que pasan los siglos por el efecto de su deidad.


"Mortarion les liberó de aquello. Esto es lo que Dragan y las demás incorporaciones más tardías nunca entenderían. Vorx no era un fanático enfervorecido y entendía que el Primarca tenia sus debilidades, pero nunca olvidaría ese primer acto de liberación"

Todo esto viene aderezado con una magnifica prosa. Este es el primer trabajo que he leído de Chris Wraight y la verdad es que me he quedado perplejo. Debido a que estar escuchando descripciones grotescas puede perder el impacto en seguida, el autor opta por ir cambiando los puntos de vista con agilidad para pasar de lo grotesco a lo ordinario con soltura, o simplemente centrándose en los diálogos y pensamientos de los personajes para no ser cargante. La historia tiene un ritmo mucho mas pausado que otros trabajos, con gran énfasis en las reflexiones de sus personajes sobre su lugar en el cosmos y en la gran obra divina a la par que militar a la que sirven. Lo único que puede descolocar un poco es que el autor trabaja en dos líneas temporales, lo cual puede pillar por sorpresa al lector. La principal de ellas es la "línea de la trama", que es secuencial, y la "línea anexa". Esta segunda línea en realidad son pedazos desconectados entre sí del pasado, flashbacks, que a veces son muy recientes o que pueden tener lugar muchas décadas o incluso siglos antes de que la trama empiece, y que el autor aprovecha para dar algo de contexto, construir aún más a sus personajes y permitirse cameos de Mortarion o Typhus. 

Lords of Silence es una lectura más que recomendable, obligatoria especialmente para quienes quieren explorar a esta facción tan singular. Es importante mencionar que es de publicación muy reciente, así que además está perfectamente conectada con el canon de la Octava Edición, especialmente hacia el final del libro. Además, como es autoconclusiva, su calidad no depende de grandes series ni de que otros autores tomen el relevo. En resumen, hay que darle una pequeña ovación a Chris Wraight por este trabajo.

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