Servicial. Una palabra que puede sonar a conformismo, a café de máquina por las mañanas, a informe entregado a tu jefe sin mucho entusiasmo, a tarea completada para cumplir con una fecha de entrega. Esta es ya la tercera obra que leo de Guy Haley y para este momento, sus flaquezas dejan de ser algo pasable y se convierten en una presencia ineludible. De nuevo nos encontramos ante un trabajo más por encargo que por cariño, con esfuerzo pero sin alma. Entretenido para el que ya está enganchado al metaverso y un lío de mil demonios para cualquier otro. A pesar de sus pretensiones.
Avenging Son es la primera entrega de Dawn of Fire, una serie que se ha anunciado como la nueva Herejía de Horus, entiéndase por esto como una nueva saga multi-autoral que pretende abarcar una campaña muy larga y extensa; no en vano, la pasada Octava Edición abrió con el las Guerras de la Plaga en Ultramar, pero no recibimos una cronología clara hasta que este mismo autor publicó las novelas de Dark Imperium, situadas al final de la Cruzada Indomitus. Esto, por descontado, dejó muchos cabos sueltos, una laguna de cien años de Cruzada que no se ha cubierto y muchas historias en diferentes lugares de la galaxia que se quedaron en el aire. A lo largo de la Octava Edición, sin embargo, los suplementos de Vigilus y el Despertar Psíquico abarcaron algunos de los grandes momentos de este siglo de locura y derramamiento de sangre en la hora mas oscura del Imperium, y ese es precisamente el espacio de tiempo que pretende abarcar este nuevo gran proyecto literario.
Sin embargo, su comienzo tiene las marcas de agua de un escritor que, a pesar de captar la majestuosa horripilancia del despiadado futuro con su pluma, no trata a sus personajes con mas mimo del que uno trataría a una llave inglesa. Herramientas, primero y antes que nada, para narrar una historia que se siente documental, pero que ni de lejos alcanza unas cotas de inmersión que Dan Abnett alcanzó hace ya dos décadas haciendo esencialmente lo mismo, documentar una pequeña historia de una gran empresa militar, y tiene hasta un atisbo de familiaridad con cierta saga de espadas de luz que es muy poco sutil. Así, aunque somos testigos de algunos momentos de catarsis para los personajes que se nos presentan, estos caen en un tercer plano, dejados de lado ante una trama contada a trompicones, pareciendo a veces que el lector ya tiene que venir enterado de ciertas cosas, pero luego arrojando información vital un tanto a deshora. La historia, al final, resulta anodina y predecible, dejando como mucho la posibilidad de que otros autores tomen el relevo de los personajes que aquí tenemos para plantearles un conflicto a la altura, así como unas migajas de foreshadowing para los necrones en futuras publicaciones. Todo lo demás es contexto que solo le puede interesar a los que busquen profundizar en esta nueva Era Indomitus.
La gran ironía es que la parte que más me ha gustado ha sido una subtrama con una escriba, que de por sí valdría para un relato corto que mostrase la horrible realidad de la vida en Terra para un ciudadano de la mas baja categoría social, apenas conectada al resto de la historia del libro.
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