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domingo, 13 de junio de 2021

Análisis con spoilers de The Book of Rust (Libro 1 de la Zona de guerra Charadon)

 Ya, bueno, he tardado 6 meses en volver a publicar pero mirad...he estado saturado últimamente con 40K, así que esto no es un regreso ni nada por el estilo tanto como un "necesito tener las manos ocupadas en algo y el blog de Malifaux lo he dejado en un punto bastante avanzado", así que aquí estoy, con las reseñas de Peter Fehervarii y el segundo libro de Dawn of Fire pendientes. Pero bueno, al menos actualicé las entradas después de la reedición de Dark Imperium! 

Ahora en serio, la verdad es que esperaba tardar bastante más en escribir de nuevo, pero logré hacerme con una copia del suplemento que nos ocupa hoy y para variar, me pareció lo bastante currado como para merecer una entrada. Warzone Charadon es el primer suplemento en narrarnos una campaña con un trasfondo importante, cercano a lo que tuvimos con Vigilus, más contenido, pero no por ello menos importante. La cuestión es que, recuperando el espíritu original del blog, estoy aquí para facilitar los últimos avances en el trasfondo así que allá vamos!


PRIMERA PARTE: NO TE CONOZCO, PERO ME CAES BIEN

La historia que nos relata The Book of Rust comienza, como no podía ser de otra manera, con el planteamiento del terreno, y las fuerzas en liza. Hay una descripción breve del Sector Charadon y de cuáles han sido sus principales conflictos hasta la fecha, xenos principalmente, pero luego se enfoca en describir los dos subsectores en los que va a librarse la verdadera guerra: Obolis y Lirac. Esta no es una guerra que se limite a un solo planeta como pasaba con Vigilus. El Mundo Forja Metalica es el objetivo final, pero para llegar ahí, le precede una campaña que se extiende por numerosos sistemas y sus planetas, algo de una envergadura mayor que todos los libros del Despertar Psíquico. Me gusta muchísimo cómo este libro sienta los precedentes del conflicto que se avecina: por una parte, porque la geografía espacial va a tener un impacto muy importante en el devenir de los acontecimientos, y segundo, por los personajes que hay presentes.

Esto es algo muy curioso de este libro, que hay muchos personajes. No es que en el resto de suplementos no los haya, pero en esos casos, se suele recurrir con excesiva frecuencia a nombres conocidos, mientras que en esta ocasión solo hay un personaje que conocemos previamente: Typhus, el Capitán de la Primera Compañía de la Plaga de la Guardia de la Muerte, y principal protagonista y a la vez antagonista de la campaña. El resto son personalidades que reciben poco desarrollo, pero de quienes podemos hacernos una idea clara de cómo son. Entre los personajes del Caos están los aliados de Typhus, monstruos traicioneros pero peligrosos por su dominio de la guerra, cada uno dentro de su propio ámbito: el Amo Discordante Akhorath Zeid de la Legión Negra, los demás caudillos de la Guardia de la Muerte, una alianza llamada Los Discípulos, compuesta por el Apostol Oscuro Tsorr´Kanath de los Portadores de la Palabra y el Hechicero Yharron Thayl de la Legión Alpha y finalmente el personaje que manda la Legio Titánica Morbidus, Lathfyr la Ahogada.

Por su parte, el Imperio tiene su propio reparto encabezado por el Fabricador General de Metalica, el Magos Kleng, bajo cuya sombre luchan los Marines Excruciadores (muy curioso elegir a un capítulo casi desconocido, aunque como nota, a veces el libro cambia su nombre por los Atormentadores), numerosos regimientos de Astra Militarum y Preceptorías de las Hermanas de Batalla y la Armada Imperial bajo el mando del Teniente Lihua Sheridane, pero su aliado más importante es la Casa de Caballeros Raven, que tienen su mundo natal en el Subsector Lirac, justo al lado, bajo el dominio de Lord Craven. He querido destacar a los personajes porque algo que distingue esta historia es que al contrario de Vigilus, los comandantes de las respectivas fuerzas van a tener relativamente poco protagonismo y buena parte de la acción se va a llevar a cabo por iniciativa propia de sus subordinados, por lo que creo que son importantes. 

SEGUNDA PARTE: CARNE PARA LAS TRINCHERAS 

Conquistar un Mundo Forja es de todo menos sencillo, y Metalica no es una excepción a la norma. Durante la introducción, descubrimos que el planeta es una fortaleza monumental, que no solo está defendido por numerosos ejércitos y una flota considerable, sino por un entramado de estaciones de combate llamada la Corona Militaris. Además de esto, los sistemas planetarios vecinos (Rhodior, Brezantius, Feiror) gozan cada uno de al menos un Mundo Fortaleza, con sus propias naves, estaciones y guarnición. 

Así pues, Typhus tiene que empezar asaltando los sistemas periféricos del Subsector Obolis, tomando los planetas más alejados del sistema Metalica para establecer una base de operaciones. Su estrategia en principio no es mala. Los sistemas periféricos (Alumax, Chromyd, Duralim) están mal defendidos debido a que sus fuerzas están muy repartidas con el propósito de repeler a los orkos (Alumax) o los Drukhari (Chromyd). En su asalto, bloquea las vías de acceso al subsector, impidiendo la llegada de refuerzos, y envía a sus aliados de los Portadores de la Palabra y la Legión Alpha al Subsector Lirac, para que mantengan ocupados a los Caballeros de la Casa Raven. Esto último, sin embargo resultará ser un error fatal.  

El asalto de Typhus arrasa con la mayor parte de las defensas imperiales y empieza a organizar la segunda parte de la invasión, que es el asalto a los sistemas que rodean Metalica. Parte del motivo de este éxito son las enfermedades que está logrando colar en mundos imperiales, las cuales estallan en brotes de zombis que mantienen ocupados a sus defensores, dándoles tiempo para planificar y espacio para maniobrar. Ahora que tiene asegurado parte del terreno, es donde entra en juego la parte "mágica" de su plan, invocando demonios de todos los dioses (gracias en parte a que tiene aliados que no son de la Guardia de la Muerte) para que destruyan los Mundos Fortaleza más importantes. Aquí se viene la mejor parte del libro, porque el plan falla.

Lo normal en una de estas historias es que la situación está apunto de perderse por completo justo antes de que lleguen refuerzas, es un tropo bastante habitual. Esta vez tenemos la situación de que llegan refuerzos, pero esto no es lo único por lo que cambia el rumbo de la campaña. Lo que sucede después de que surjan demonios en dos de los tres sistemas cercanos a Metalica es que Typhus se ve contra las cuerdas por todos los frentes. Primero, porque los sistemas que había conquistado no estaban tan asegurados. En el sistema Chromyd, las fuerzas imperiales se han ocultado en un mundo salvaje que han convertido en un Vietnam para la Guardia de la Muerte, a la vez que en el sistema Alumax uno de los comandantes de la Guardia de la Muerte se ha visto retrasado en sus progresos gracias a piratas orkoz. Segundo, los aliados de Typhus que había enviado a Lirac se dedican a seguir sus propios planes ignorando por completo las órdenes dadas, por lo que la Casa Raven llega al completo y barre con las fuerzas de la Legión Negra del Amo Discordante Zeid en el sistema Duralim. Tercero, los Caballeros Grises habían augurado con éxito las invasiones demoníacas de Typhus, por lo que aparecen con una flota de refuerzo del Mundo Forja Deimos, lo que expulsa a los demonios de los Mundos Fortaleza. Para finalizar, mientras que el Fabricador General ordenó la retirada de las fuerzas del AdMec de los sistemas atacados, otros líderes imperiales tomaron la iniciativa para llevar la lucha a sus enemigos. El Teniente Sheridane puso en retirada a una de las tres flotas de la Guardia de la Muerte, que se vio acorralada entre los Imperiales y los Orkos y acabó aniquilada, mientras que el Señor del Capítulo de los Excruciadores, Tamalu, aprovechaba un  coro astropático para responder a las llamadas de socorro de fuerzas imperiales, asistiéndolas ahí donde podían.

Con los aliados de Typhus huidos o muertos, este reorganiza sus fuerzas en el sistema Alumax, donde consolida sus fuerzas, obligado a replantear su estrategia.

TERCERA PARTE: ESTO NO HA TERMINADO

La campaña por el subsector Obolis parece alcanzar una suerte de punto muerto, en el que ambos contendientes aseguran el terreno ganado, lo que resulta en que las fuerzas imperiales no capitalicen la ventaja que han obtenido. El Fabricador General Kleng es personaje más inútil del libro, pues hace poco y lo que hace, le sale mal. Siendo justos, la ofensiva de Typhus ha dañado buena parte de las defensas e infraestructuras imperiales, amén de causarle bajas por millones.

Typhus ha fallado en su primer intento, pero aún le queda una carta que jugar. Nuevamente recurre a la Disformidad para que le salve ahí donde la estrategia convencional no le sirve. Mediante un ritual, abre una fisura disforme que le permite ir desde el sistema Alumax al sistema Metalica, pasando por alto los sistemas planetarios que la rodean. Además, hace esto en el peor momento para los imperiales, ya que habían empezado a moverse por todo el subsector, por lo que Metalica tiene que luchar en solitario sin saber cuánto tardarán el resto de fuerzas en acudir. Para empeorar aún más las cosas, los Astartes que había en el subsector, no solo los Excruciadores, sino también del resto de Capítulos que tenían presencia en Obolis, sufren una gran cantidad de bajas al ser derrotados en el planeta Alexistor, donde el ritual para abrir este "túnel" se lleva a cabo. 

La batalla por Metalica, no obstante, no va a ser ningún paseo para Typhus y los suyos. El sistema cuenta con una cantidad absurda de Cohortes Skitarii, tecnología de la Era Oscura de la Tecnología y macroarmas, y casi cada planeta presenta una enconada resistencia. Incluso la Legio de Titanes Morbidus tiene problemas para conquistar un asteroide-fortaleza. En un movimiento capitaneado por el propio Typhus, su flota se arroja contra la Corona Militaris, superando la red de estaciones de combate, pero al precio de importantes recursos navales. La batalla en la superficie de Metalica está a punto de comenzar y no se sabe nada del resto de fuerzas imperiales.

¿Y qué están haciendo mientras tanto el resto de fuerzas del Caos? Múltiples brotes de zombis mantienen ocupadas a fuerzas imperiales de todo el subsector y de la fisura, que los imperiales llaman La Llaga, emergen entidades que corrompen manípulos Skitarii y servidores. Pero más importante aún son los traidores Astartes. Los Discípulos, los Astartes Traidores que Typhus envió a Lirac, no han estado ociosos, sino que han estado causando disturbios en planetas imperiales, provocando alzamientos de cultos y el despertar de células durmientes, pero su objetivo más importante era el planeta Dhaku. Allí, no obstante, han tenido que enfrentarse con todo lo que tenían a un culto genestealer que prácticamente se había hecho con el control del planeta, una dura y larga batalla para llegar a su objetivo final: un templo oculto en las profundidades del planeta, donde esperan invocar a alguien, a espaldas de Typhus: Be´Lakor

PARA FINALIZAR

The Book of Rust me gusta bastante. Tal vez sea yo que le busco tres pies al gato a cualquier cosa, pero he percibido pequeños detalles que diferencian este libro de los suplementos anteriores. Me gusta cómo este libro no hace listas de personajes que luego no van a tener importancia mas allá de los líderes absolutos de cada facción (como pasaba en Vigilus, donde mas allá de Calgar y Abaddon no había mucha chicha) sino que cada gran personaje juega un papel relevante (excepto los Drukhari, aunque aparezca Lelith Hesperax están para hacer bulto). También me gusta cómo, al ser esta una campaña extensa por muchos planetas, cada pizca de información está escogida para que tenga importancia en el plano general. Por ejemplo, que la Guardia Imperial se refugie en un planeta salvaje y le haga la vida imposible al Caos desde ahí provoca que todo un tercio de las fuerzas de la Guardia de la Muerte se vean atascadas durante mucho tiempo en un lugar insignificante. O también, que los Excruciadores aseguren un coro astropático les da una gran ventaja a la hora de ayudar al resto de fuerzas imperiales en batallas que de otra manera no ganarían. 

El otro detalle que me ha gustado es el ritmo cambiante de la campaña. En otras ocasiones ha sido algo unilateral hasta el momento del clímax en el que hay un giro importante, pero aquí no es el caso. Hay subtramas, puntos de giro previos al final y en general, lo encuentro todo muy bien estructurado. El único problema verdaderamente serio que le encuentro a The Book of Rust es que, aunque tendré que esperar a ver su conclusión en The Book of Fire, el suplemento que le sigue, sé que Metalica, Typhus, Be´Lakor y demás partes importantes dentro de la metatrama no van a cambiar radicalmente, pero hace tiempo que me resolví a contemplar estas campañas como oportunidades para explorar nuevas narrativas dentro de este universo. Por lo que nos han dado aquí, creo que The Book of Rust cumple sobradamente.

sábado, 23 de enero de 2021

Reseña de Fire Caste, de Peter Fehervarii

 Así que, al fin hemos llegado. Tras mas de un año desde que leí Requiem Infernal he querido meterle mano a las obras de este autor, pero no ha sido nada fácil. Para el profano, debo advertirle de antemano que Peter Fehervarii es lo más lejano que uno puede encontrarse de 40K, es un acorde disonante, una ola que avanza mar adentro. Ya he posteado dos entradas de él, una relatando brevemente cómo me lo encontré y la otra haciendo una introducción tratando de emular al propio autor. Confusa de narices, efectivamente, pero esa es la gracia. Veréis, esta es la primera entrada de una serie que espera reseñar todo lo que ha escrito este señor y si quiero hacer esto es porque estamos ante un autor muy particular. No hay manera de recalcar esto lo suficiente así que lo diré de la forma mas clara y llana posible: olvidaos de todo lo que sabéis de 40K a la hora de entrarle a su trabajo. No esperéis marines espaciales cometiendo la heroicidad de la semana, ni guardias imperiales en gallardos asaltos. No busquéis al hereje o al xeno yendo tras la pista de otro artefacto del pasado. Este es un autor que explora el mythos de Warhammer 40.000 como muy pocos lo han hecho antes, por más razones de las que tengo energías para enumerar.

Pero vale, es justo mencionar algunas de las características generales de sus libros, pero sin revelar demasiado. De hecho, si hay un párrafo que quizá sea mejor omitir, probablemente sea este, pues parte de la experiencia de leer a este autor es descubrir las pequeñas revelaciones que dan un giro a la forma en la que se percibe su trabajo. Primero que nada, las obras de este autor son como el corpus de Dan Abnett o McNeill, en el sentido de que todos sus trabajos están conectados, pero ahí terminan las similitudes. En esos dos autores, la mayoría de sus obras están recogidas en un evento común o tienen a unos personajes protagonistas bastante claros, como la Cruzada de los Mundos de Sabbath o el Capitán Uriel Ventris. Por su parte, el mini-verso que ha creado Fehervarii recibió su nombre de la comunidad, bastante apropiado hay que decir: la Espiral Oscura (Dark Coil, en inglés). El motivo de esto es que las conexiones entre unos relatos y otros son muy sutiles, y exige prestar atención a las descripciones, conversaciones y simbolismo. El segundo motivo es que el autor carece de piedad a la hora de meterte en un escenario del que no solo no sabes nada, sino que tampoco sabes cuándo estás. Sus libros a veces comparten localizaciones, pero entre un libro y otro pueden haber pasado siglos de desgaste que han dejado el lugar irreconocible, por lo que una de las obsesiones de la comunidad ha sido establecer el orden cronológico de los sucesos. Descubrir que vuelves a un lugar que conociste, o del cual sabes cómo va a terminar, pero viéndolo desde otra perspectiva que te revela un pedazo de información nuevo es una sensación muy gratificante...y aterradora.

Artista: Matt Kish

A pesar de que este no es el primer libro que leí de Fehervarii, he querido empezar a reseñar su bibliografía desde aquí porque es a la vez una muestra de sus virtudes y una entrada desde la que explorar varios de sus relatos cortos. Vamos, la entrada mas "cómoda" a la Espiral. La parte mas formal del análisis es la mas sencilla, si en términos de calidad se refiere. Fire Caste narra las penurias de un regimiento de la Guadia Imperial en el planeta Phaedra, un rincón olvidado del Imperio donde se libra una batalla sin cuartel contra los T´au, pero sobre una premisa tan simple, el lector no tarda en ver que hay capas de algo mas. Algo siniestro. La obra comienza con el diario de un comisario que claramente está para que lo encierren en un psiquiátrico con urgencia, y en todo esa primera toma de contacto algo huele a podrido, pero no porque se estén plantando las semillas de un misterio que irá desarrollándose a lo largo de la obra. El comisario procede mas tarde a meterles la fe en el Emperador a unos soldados que estaban a punto de desertar y unirse a los xenos poco antes de estos aparezcan, mediante soberana paliza. Inmediatamente después, los T´au hacen acto de aparición, le vuelan un brazo al comisario y proceden a torturarlo.

Todo lo que rodea esta introducción rezuma un carácter opresivo, asfixiante. Algo no anda bien. Tengamos en cuenta que esta novela salió en 2013, cuando los únicos comisarios que habían en la literatura eran o bien parangones de la virtud, o bien cameos del juego de mesa, o bien Ciaphas Caín, y de pronto se nos planta un tipo con un trastorno de estrés post traumático severo, apaleando a otros Guardias que están a punto de desertar, a unos xenos que no son atribuidos con la crueldad como concepto haciendo una salvajada, y un planeta, el propio Phaedra, con sus junglas, sus estructuras de coral, sus árboles de aspecto fúngico, que resulta nocivo por motivos anómalos. Todo tiene un aspecto decadente, nada está bien aquí.


 El libro continua presentando a los protagonistas prometidos, los confederados de Arkan, que llegan a este agujero perdido de la galaxia a alimentar una picadora de carne, y si uno pensaba que iba perdido con esa entrada tan brusca, que se vaya preparando. Los confederados son como un reflejo oscuro de los Fantasmas de Tanith, rebosando creatividad e identidad, pero con mucho mas incapié en las pesadas cargas que cada personaje lleva, porque este es un fetiche del autor: muchos de sus personajes están mentalmente trastocados, y la cosa va a empeorar para ellos a medida que avancen los sucesos. Conforme la novela avanza, vamos a ver a estos pobres diablos ser pasados por el barro de forma miserable, no para resurgir triunfales, sino, si el autor es piadoso, dejarles vivir. Lo que tenemos ante nosotros es una obra que encapsula el horror de la guerra en 40K, donde su autor rompe todas las reglas del romanticismo al que los demás autores se rinden para adentrar al lector a un lugar en el que verdaderamente no hay esperanza, y todos los elementos están dirigidos a este propósito. Hasta Phaedra, el planeta en el que sucede esta guerra demencial, juega un papel tan importante a la hora de plasmar este escenario que resulta ser un personaje por sí mismo, un lugar creado para enfrentar a los personajes a sus demonios interiores. No mediante una fuerza mística (o si?) sino simplemente siendo un entorno hostil hasta para la cordura. La novela está todo lo lejos que se puede estar de un trabajo típico de Black Library, algo totalmente a propósito.

Artista: Lawrence Yang

Fire Caste ni siquiera pertenece al mismo género literario que el resto de la Black Library, de la misma manera que Apocalypse Now está en un mundo aparte del cine bélico. Esta comparación no es casual. Ahí donde la veis, esta obra está claramente inspirada en el libro Heart of Darkness, de Joseph Conrad, misma obra en la que se inspiró Coppola para la película y de la que también bebió el estudio Yager para crear el videojuego Spec Ops the Line, y si conoces cualquiera de esos trabajos, ya puedes ir haciéndote a la idea de lo que te vas a encontrar aquí. Hay una parte que me he saltado hablando del primer episodio, cuando el comisario está escribiendo en su diario y menciona algo llamado el "Thunderground" que en la cultura de la que proviene, es el momento clave en el que un individuo descubre la clase de persona que es en el interior, el momento en el que su verdadera naturaleza sale por sus acciones. Cuando un personaje icónico de 40K está haciendo un monólogo introspectivo en una novela que toma como base un libro que criticaba lo peor del hombre occidental durante el colonialismo de principios del siglo XX, sabes que aquí se cuece algo. Fire Caste no es una novela bélica de humanos disparando a aliens por la gloria de la raza, es horror surrealista puro y duro que subvierte la manera en la que 40K ha tratado siempre la guerra, con esa contradicción entre la crudeza y el heroicismo púrpura, para ofrecernos una visión agónica de su universo, carente de glamour y sin redención alguna, de la mano de personajes cuya mente está tan fragmentada que no siempre resultan narradores fiables. Este no es un enfrentamiento entre humanos y alienígenas, es una guerra entre el lector y la propia obra por comprender algunas de las mas oscuras implicaciones de este universo. Lo mas impresionante de todo es que, a pesar de todo, este es un libro excelente para iniciarse en el universo de 40K, porque Fehervarii no da nada por sabido por parte del lector a la vez que es capaz de mantener la exposición al mínimo, lo justo para que un profano de 40K sepa qué tiene delante sin ser cargante ni una sola vez. Y ya que estamos entrando en decisiones estilísticas, hablemos del estilo de su autor.

Artista: Winna Perlin

No pasan ni diez páginas antes de que se note que este autor es un lector ávido, y trae consigo todo un arsenal que ha tomado prestado de autores pretéritos, entre los cuales se encuentran Borges, Lovecraft e Italo Calvino, a quienes, incluso, dedica alguna que otra referencia (los confederados vienen de un sistema llamado Providence, como muestra) y descarga ese arsenal sobre el lector sin piedad, lo que hace de esta una de las lecturas mas complejas y hermosas que he tenido, de 40K sin duda. Pero que esta sea mi segunda advertencia: Fehervarii se ha atrevido a hacer una novela de 40K obtusa, una que no hace ni una sola concesión al lector mas allá de cosas muy concretas. Leer Fire Caste es un desafío que exige que el lector esté preparado para giros que disparan los eventos a una velocidad vertiginosa, a cambios de perspectiva y ritmo muy agresivos y una ausencia de plot armor total (increíble, verdad?) que hace que uno se sienta indefenso. Para agravar aún mas las cosas, qué seria de un autor de horror si no ocultase deliberadamente algunas respuestas. Como ya he mencionado, el propio planeta de Phaedra es un infierno para la mente humana, pero el autor no deja claro qué fuerzas son las que actúan sobre los personajes para acabar degenerados, por lo que este es un libro que se abre a diferentes interpretaciones dependiendo de qué hilo quieras tirar. ¿Es la Disformidad? ¿Efectos alucinógenos de los hongos? ¿La incapacidad de un personaje de sobrellevar la muerte de un compañero está trastocando su percepción de la realidad? O quizá es todo a la vez...En cualquier caso, esta es una lectura con valor literario propio, algo que rara vez se ve cuando se habla de 40K, pero a la que mas vale ir con la idea de que no se puede ser un mero lector pasivo, sino que hay que entrarle a sabiendas de que uno contempla un abismo muy profundo, y de que el abismo le devuelve la mirada. Incluso para los estándares de 40K, esta novela es cruda.

Artista: Johna Blanche

Y con esto, ya estaría el análisis, uno de los que menos justicia le pueden hacer a la obra en cuestión. Huelga decir que esta es una obra de obligada lectura del que es en mi opinión el autor mas infravalorado y con amplia diferencia, el de mayor talento de toda la Black Library. A partir de aquí, me gustaría dejar que cada viajero explorase la Espiral Oscura por su propia cuenta y riesgo, pero en caso de que explorar este rincón del oscuro futuro de Warhammer 40.000 parezca algo intimidatorio, confieso que los mas ávidos admiradores de este autor han hecho una investigación exhaustiva de la cronología y lazos que conectan, recomiendo continuar esta lectura con las siguientes lecturas cortas del mismo autor:

Out Caste. En tan solo seis páginas, tenemos la historia de un personaje que en Fire Caste no termina de obtener el tiempo que se merece, un relato breve a la par que excelente sobre la tragedia de un individuo que contempla la verdad de una causa que creyó inmaculada.

Vanguard. Bajo la superficie, esta continuación de Fire Caste muestra la cara mas degenerada del Adeptus Mecanicus. Lo leí antes de Fire Caste y me pareció decente sin mas, pero releerlo después me provocó uno de los mayores escalofríos que he tenido que padecer. Puro horror de frigorífico.

A Sanctuary of Wyrms. Los sucesos de esta lectura corta suceden en Phaedra, pero a priori no guarda mayor relación con los sucesos de Fire Caste. Sin embargo, sí sirve de puente para otras de las fuerzas que pugnan en los mundos que han salido de la mente de Fehervarii.

Con esto termina el primer paso en el terrible y maravilloso, siniestro y hermoso, universo de la Espiral Oscura. Si quieres apoyar al autor, te animo a compartir este análisis y adquirir sus obras. 

Ahora, si importar lo que hagas hoy, déjame parafrasear a Baldi diciéndote; trata de buscar un rato para divertirte. Un saludo!



Recomendaciones literarias para la Era Indomitus

Dados los últimos acontecimientos en el trasfondo, puede ser algo abrumador seguir al corriente de los últimos sucesos que están moldeando la galaxia en el siniestro universo de Warhammer 40.000. Por ello, la siguiente entrada es una lista de las obras que se han publicado después de la llegada de la Octava Edición y que exploran el nuevo trasfondo de una manera o de otra, o que hablan de eventos inmediatamente anteriores, para mayor entendimiento de los fans. A modo de aviso, debo decir que esta entrada se limita a novelas de Black Library, y que si el lector desea una visión completa del avance del trasfondo, sería recomendable adquirir de alguna manera una copia de los suplementos de Vigilus (Vigilus Defiant y Vigilus Ablaze) y los de el Despertar Psíquico (aunque puede encontrar un resumen de cada uno de ellos en este blog). Por supuesto, esta entrada irá actualizándose a medida que saquen nuevos libros, pero mantendré el mismo enlace para que se pueda compartir. También dejo enlaces para las reseñas de los libros que he leido. Sin mas dilación, comencemos.

Dark Imperium, Plague War y Godbligth de Guy Haley. Para quienes no lo sepáis, Guy Haley ahora mismo es el autor mas importante de Black Library. No el mejor, sino el mas importante, pues es quien está dirigiendo el avance del trasfondo en el plano literario. Su serie Dark Imperium fueron los primeros  libros publicados que se centraban en la construcción de mundo "post-Cadia", por lo que su importancia es notable. Recientemente han sido reescritos para encajarlos con el canon de la Cruzada Indomitus, así que si tienes las versiones anteriores y quieres ver los cambios, dejo aquí un hilo a Reddit con todos los cambios. En este blog tenemos el análisis de los dos primeros. Reseñas aquí: Dark Imperum. Plague Wars.

Dawn of Fire: Avenging Son, de Guy Haley. Este es el primer número de la serie Dawn of Fire, un trabajo multi -autoral que pretende abarcar la Cruzada Indomitus, siendo efectivamente, la novelización de los eventos oficiales del nuevo trasfondo. También de este libro tenemos reseña, y se ha anunciado ya el segundo capítulo, The Gate of Bones de Andy Clark. Esta serie ha sustituido a Dark Imperium en cuanto a relevancia para entender el nuevo canon. Reseña: Avenging Son.

Cadia Stands y Cadian Honor de Justin ´O Hill. Aún no he tenido la ocasión de leer estos libros, pero a modo de síntesis, tratan de la nueva realidad para los cadianos después de la caída de su planeta.

Belisarius Cawl: the Great Work, de Guy Haley. Volviendo con Haley, esta novela está enteramente dedicada a este increíble personaje del Adeptus Mechanicus y revela algunas de sus maquinaciones pasadas y presentes.


Farsight: Crisis of faith y Farsight: Empire of Lies, de Phil Kelly. Esta novela es la mas exahustiva sobre la civilización Tau y está protagonizada por su personaje mas destacable. Es la visión mas íntima que tenemos de la susodicha raza y la sociedad que han creado, sus luces y sombras.

Shield of Baal Collection, The Devastation of Baal de Guy Haley, y su secuela, Darkness in the Blood, de Guy Haley. Por una parte, la colección de Shield of Baal es la novelización de los suplementos de pasadas ediciones con el mismo nombre, que narran la Tercera Guerra Tiránida, la cual viene seguida por las dos novelas mencionadas de Guy Haley. La primera enlaza el final de la Tercera Guerra Tiránida con la entrada de los Ángeles Sangrientos con el nuevo canon, siendo la segunda su continuación directa.


Spear of the Emperor de Aaron Dembski Bowden. Esta pieza del autor de Helsreach es un libro excelente por meritos propios, además de, por ahora, la obra que mejor ilustra el horror en que se ha convertido el Imperium Nihilus. Muy recomendable. Reseña: Spear of the Emperor.


The Lords of Silence de Chris Wraith. Esta obra toma lugar inmediatamente después de que de habra la Gran Fisura, y sigue a una banda de la Guardia de la Muerte en una búsqueda fascinante. Este libro es de obligada lectura a todos los fans de la Legión XIV, o que buscan una lectura mucho mas introspectiva de los Astartes Traidores. Reseña: Lords of Silence


Ephrael Stern; The Heretic Saint de David Annandale. Todavía no le he podido poner las manos encima a este libro, que da continuidad a un personaje clásico de 40K, la única Sorita psíquica que se conoce. Sí sé que se sitúa en el contexto del Imperium Nihilus, por eso figura en esta lista.


Serie Watchers of the Thorne (The Emperor´s Legion y The Regent´s Shadow) de Chris Wraith. Ambientados en la Terra post-Cadia, esto libros son excelentes a la hora de dar voz al Adeptus Custodes y muestran las tribulaciones de las altas esferas de poder del Imperium en su hora mas oscura.


Serie Vaults of Terra (The Carrion Throne y The Hollow Mountain) de Chris Wraith. Continuando con el mismo autor y en su línea de presentar tramas dentro del planeta capital del Imperium, este libro cambia de perspectiva para presentarnos una amenaza que merodea desde las mismísimas entrañas de Terra.


Celestine, the Living Saint de Andy Clark. El papel de los psíquicos es ahora mas importante que nunca, y las manifestaciones psíquicas cobran mayor relevancia. No puedo hablar de la calidad de este trabajo, pero hasta la fecha es el único que desarrolla el personaje de Santa Celestine, y quizá arroje algunas respuestas acerca de su naturaleza y orígenes.


Legacy of the Wulfen de David Annandale y Robbie McNiven. Terminanos con la novelización de los suplementos que llegaron inmediatamente antes de la Octava Edición, narrando la aparición de los Wulfen y la invasión de Fenris por parte de los Mil Hijos.