Voy a ser totalmente honesto: tenia cero expectativas con esta entrega por su mera concepción: Orkos contra Lobos Espaciales. Repito: Orkos contra Lobos Espaciales. Desde el momento en que el que sabes que esos dos van a ser los contendientes no puedes esperar que haya un conflicto que no sea superficial. No va a ser como en Phoenix Rising, donde los eldar trataban de unirse contra los pecados del pasado, como en Faith & Fury donde el conflicto religioso era una capa mas del conflicto de las armas, como en Ritual of the Damned donde hay solución de continuidad o como en The Greater Good, donde la guerra es un reflejo de la ideología de los bandos en liza. Entre los Orkos y los Lobos Espaciales no existe nada de eso, como mucho uno puede pensar que es un caso de "tan distintos pero tan parecidos", porque a pesar de ser especies distintas ambas comparten el gusto por la batalla en su faceta mas primitiva, mas animal, así que como mucho uno podía esperar que el conflicto narrado fuera épico, que contase una historia heroica digna, una "saga", como el título promete. Nada mas lejos de la realidad.
"Chavales, por allí! Hacia la conveniencia del guión!"
Parte 1: ¿Y TÚ ERES EL SUCESOR DE LA BESTIA?
El libro comienza estableciendo, como no puede ser de otra manera, a Ghazkull como una gran amenaza capaz de devorar el Imperium en un gran Waaaagh! que está reuniendo al parecer a orkos de todos los rincones de la galaxia. Se hace mención de que de alguna manera, el azote de Armaggedon ha sido avistado en múltiples lugares de la galaxia que deberían ser inalcanzable para él. Por alguna razón, a pesar de lo grave de esta amenaza, los únicos que se coscan de ella son los Lobos Espaciales a través de los augures de sus Sacerdotes Rúnicos. Es decir, hay una gran amenaza que se está viendo por todas partes pero solo un capítulo de marines se dispone a hacerle frente y la forma de detectarla es...mediante psíquicos...okey, supongo que de alguna manera tenían que recordarnos que esto es el Despertar Psíquico después de todo.
Si os parece una premisa vaga pero válida, espero que os podáis conformar con ello porque es todo lo que vais a obtener. Con la Death Watch desbordada, los Lobos establecen una serie de puntos de la galaxia que necesitan de refuerzos urgentemente y van allí directos a entablar batalla mientras que Ghazkull...no hace nada...
No, no es coña, Ghazkull no hace nada. El gran antagonista del libro no tiene presencia en todo el suplemento, no tiene un gran plan desarrollándose, no hay una estrategia maestra que pueda darle una gran ventaja, simplemente se dedica a causar destrozos por donde pasa y por inercia, los orkos son atraídos hacia él. Bueno, por inercia o porque un montón de psíquicos orkos "sienten una llamada". Esto es algo condenatorio para la historia de este suplemento, los Lobos no plantan cara a los Orkos en lugares clave para evitar un plan maestro, no planifican un golpe que pueda detener el constante flujo de refuerzos que se dirigen a unirse a la horda de Ghazkull, son batallas sueltas que carecen de un hilo conductor y sin relación causa efecto! Se supone que Ghazkull se ha planteado como el profeta de Gorko y Morko, el kaudillo con una visión de conquista sin igual y de una astucia incomparable pero no se nos muestra nada de esto. Y no es como si no se hubiera podido hacer algo al respecto. Se podría haber planteado una trama en torno a una cacería, con los Lobos tratando de encontrar y acabar con Ghazkull en una serie de movimientos que lo obliguen a mostrarse y acorralarlo, o ataques contra sus principales lugartenientes que siembren la discordia en su Waaaagh, o buscar la manera de destruir el teleportador que tiene Ghazkull para viajar entre las estrellas.
Esto último por cierto no es ningún misterio, Ghazkull viaja mediante un objeto que consiguió de Nazreg, un caudillo de los Bad Moons, lo cual se cuenta en el propio codex de los Orkos. Saga of the Beast no tiene una trama que junte los puntos de los sucesos de su historia, por lo que al final se siente como un puñado de guerras menores repartidas por el Imperium.
Solo por fastidiar, diré que la primera página el suplemento viene con un informe del puño y letra de Yarrick, solo para recordar que él debería ser el enemigo de Ghazkull y nadie mas.
Se supone que Saga of the Beast debía contar el evento mas importante que involucra a Orkos desde la Bestia, el cómo el Imperio se reencuentra con uno de sus mas antiguos enemigos en su formas mas peligrosa, pero lo que tenemos entre manos no le llega a la suela de los zapatos a Armaggeddon. Esto va mas allá del potencial desperdiciado.
Parte 2: UN PUZZLE ROTO Y EN BLANCO
Así pues, lo que tenemos entre manos son nada mas y nada menos que seis batallas narradas a corre prisa con el objetivo único de dar presencia en cada una de ellas a una de las seis principales kulturas orkas y a dos o tres de las Grandes Compañías de los Lobos, de manera que todos tengan su pequeño momento de gloria. Tienen éxito en ese respecto, pero fallan en todo lo demás.
Estas batallitas son un auténtico coñazo. Primero que nada porque con lo cortas que son, con solo dos páginas para narrar cada una, cualquier sentido de escala se pierde y no hay espacio para pararnos en anticipación, en pequeños detalles que las hagan distintivas, en algo que las haga destacar. El suplemento intenta darles sabor haciendo que cada una de ellas ocurra en sitios y bajo condiciones diferentes, pero no consigue que te quedes con ellas, especialmente porque a la que te lees dos de ellas, ya sabes cómo acaban todas, con un empate técnico o inconclusas en el clásico movimiento cobarde para que ningún jugador se sienta mal porque le han dado una paliza al bando con el que juega. Alguno me dirá "pero Joan, en los otros libros también había batallas inconclusas, como en The Greater Good", lo cual es cierto, pero incluso en esas batallas, por la forma en que se llevaban a cabo sí podías distinguir un vencendor mas o menos claro. Los T´au ganaban una ciudad pero el planeta seguía resistiendo ferozmente, su objetivo de quebrar la voluntad de los humanos había fallado. En otro planeta, en el caso de la Guardia Imperial, su guerra contra los Genestealers les habían dejado demasiado débiles para hacer frente a los T´au y finalmente, los Cultos Genestealer terminaban su propia batalla con una ventaja muy clara sobre los demás, por lo que difícilmente no van a ganar. Aquí, por contra, sucede que o bien no hay un claro ganador o bien los Lobos no consiguen su objetivo, pero estamos hablando de un objetivo de tan baja categoría que dificilmente se puede considerar una derrota aplastante.
Hasta Black Reach es mas memorable que esto y eso que no lo he leído.
¿Pero sabéis lo peor de todo? Que son aburridas. Incluso en Faith & Fury, que también terminaba todas sus batallas con un maldito cliffhanger había algo nuevo y sorprendente, como el supertaladro de los Guerreros de Hierro o el "muro de fe" en Talledus. En el primer caso tenemos algo tan estrafalariamente genial que solo podía ser concebido en Warhammer 40.000, en el segundo caso y el más importante, teníamos un suceso que se relacionaba con las consecuencias de la Gran Fisura y el desbordamiento de psíquicos que había como consecuencia. Saga of the Beast es tan carente que ni siquiera han podido hacer algo que dé la sensación de que los Orkos han evolucionado. Sí, ahora hay mas psíquicos orkos y en teoría es gracias a estos que muchas manadas de Orkos intentan reunirse con Ghazkull, pero se menciona tan de pasada y tiene tan poca presencia que es imposible percibir esto como algo relevante. Ya para finalizar con estos encuentros, decir que están escritos con una prosa púrpura que se atraganta y los vuelve repetitivos en seguida.
Parte 3: NOVIOS A LA FUGA.
Os habréis fijado que en toda esta parrafada en ningún momento he mencionado a Ragnar, que no solo es la mini nueva aparte de la Ghazkull, también es la portada del maldito suplemento. Bien, eso es porque no aparece. Y Ghazkull de echo tampoco aparece, solo es mencionado. Antes de que rompas el monitor mientras te preguntas cómo es eso posible, te diré que efectivamente sí aparecen, pero solo en la puñetera Edición Coleccionista y en el libreto que viene en la caja especial de Prophecy of the Wolf...vamos a ver...
Esto es una metedura de pata de alto nivel. De por sí, las Ediciones Coleccionista de los suplementos del Despertar Psíquico me parecen una pijada de mucho cuidado, porque hablamos de suplementos, no de libros, no de codex, de suplementos que vienen con otra encuadernación, la tira de tela para hacer de marcapáginas y algo más de trasfondo, y cuyo precio es desproporcionado para el contenido que trae. Pero aprovechar para meter en uno de ellos la única parte significativa del trasfondo de un suplemento que se supone, relata la guerra mas importante contra los Orkos desde la Bestia me parece insultante. La parte que falta es justamente lo que uno esperaría de una historia relevante, pues narra precisamente lo que yo andaba buscando, lo que se publicitó para este suplemento: un duelo entre Ragnar y Ghazkull, no solo de músculo, sino de intelecto, en el que Ragnar trataba de cazar al gran kaudillo y poner fin a la amenaza de la "nueva Bestia" de un solo golpe. Pero hasta eso se hace mal, porque haciendo gala de su característica cobardía, GW nos dio un empate técnico en el que ambos personajes acababan al borde de la muerte solo para ser resucitados cada uno por su respectivo Deus Ex Machina.
"Disimular que soy inmortal? Sí hombre!"
PARA FINALIZAR
El trasfondo de este suplemento no solo es malo, es deprimente. Es un conjunto de eventos molones carentes de peso que no hacen justicia ni por asomo a lo que uno podría esperar del "retorno de la Bestia". Mas allá de la prosa aburrida, mas allá de la falta de impacto de su historia, mas allá de una estrategia lamentable para vender unas ediciones especiales que no valen lo que cuestan, este suplemento es la mayor muestra de cómo, cuando a GW no se toma en serio su propia creación, nos recuerda que no estamos en un universo vivo en el que sus personajes actúen de forma orgánica, sino en una forma más refinada de las series de televisión que solo están para vender soldaditos de plástico, pero que en última instancia parece que todo lo que ocurre no son mas que pequeños trucos para que parezca que el trasfondo va a alguna parte en lugar de estar en un estancamiento eterno. Todo lo malo que tenían Faith & Fury y Blood of Baal está reunido en este, el que considero, el peor suplemento hasta la fecha con diferencia.
Habrá quien lea esto y pensará que me tomo demasiado en serio lo que GW hace con su ficción, pero la cuestión es que está mas que demostrado que una franquicia que inventa un contexto para dotar de verosimilitud a unos muñecos, como pueden ser los G.I. Joe o los Transformes han llegado a crear contenido con genuino drama emocional o han tenido un impacto en gente de cierta edad. Los libros publicados por Black Library, a pesar de ser paja en su mayoría, tienen en su haber historias llenas de encanto, tramas y personajes carismáticos y de cuando en cuando, hasta momentos de madurez. Pero nada de eso puede extraerse de aquí.
Toca acabar con los relatos oficiales, pero os adelanto que no os perdéis mucho esta vez.
Call of the Waaaagh! de Andy Clark: a este relato lo salva que está escrito por alguien con experiencia porque de por sí no ocurre mucho. Es básicamente el llamamiento de los Orkos al gran Waaaagh de Ghazkull, pero aún así, por lo menos logra ser entretenido.
The stand of the Sabre de Callum Davis: batalla prototípica de un capítulo de marines que se han inventado solo para matarlos. Circulen.
The Feast de Dirk Wehner: es lo mismo que ha hecho Andy Clark pero para los Lobos y siendo un peñazo.
The Call of the Pack de Elliot Hamer: otro peñazo.