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martes, 22 de diciembre de 2020

Reseña de Spear of the Emperor, de Aaron Dembski Bowden

Antes de nada: siendo el snob que soy, he querido leer el libro en inglés, pero esta novela sale a la venta en español el 7 de enero gracias a Timun Mas, así que aquellos que queráis material de Warhammer 40.000 en españo y en formato físico, tenéis ante vosotros una oportunidad maravillosa. Dicho esto, podemos comenzar!


Aaron Dembski Bowden (ADB para abreviar) es un autor que durante un tiempo vergonzosamente extenso he ignorado por completo, y no debería ser así. De su puño y letra ha salido Helsreach, las novelas de la Legión Negra y los Amos de la Noche, varios trabajos de la Herejía de Horus, y la obrea que nos ocupa, Spear of the Emperor. De todo esto solo he tenido la ocasión de leer Helsreach y el relato corto Extinción, pero incluso con tan poco bagaje, me dio la impresión de que el autor aspiraba a mas a la hora de escribir cosas de Warhammer. Siendo marines espaciales los protagonistas de sus obras, tirar por crear una fantasía de poder habría sido lo fácil, pero me pareció que ADB entendía la enorme importancia de unos personajes con un conflicto interior, especialmente habida cuenta de que en Helsreach, su protagonista tenia la mandatoria "plot armor". Spear of the Emperor es una obra que coge las bases del tema central de Helsreach y lo eleva a varias potencias, dando como resultado la que, creo, es una obra sobresaliente de 40K. Spoiler de la reseña, recomiendo muy encarecidamente esta obra, incluso a aquellos que no sean necesariamente conocedores de este universo. Dicho esto, si quieres seguir leyendo prometo mantener los spoilers al mínimo y explicar con toda la claridad que puedo qué hace a este libro tan sublime.


La historia, ambientada en la Era Indomitus (con la Gran Fisura como un elemento crucial de ella), nos presenta al Teniente Amadeus de los Mentores, a quien su Capítulo le ha asignado la misión de marchar al Velo de Elara, una región del espacio en el Imperium Nihilus otrora defendida por tres capítulos de Astartes: los Escorpiones Estelares, los Leones Celestiales, y los Lanzas del Emperador, que son realmente el único capítulo capaz de defender la susodicha región (ya que los Escorpiones están extintos y los Leones aún se están recuperando de ciertas catástrofes ocurridas en Armageddon). Su misión es simple, ponerse en contacto con los Lanzas, recabar información del curso de la guerra, y volver para informar al resto del Imperium. Ignoro por completo si el capítulo de los Mentores ha protagonizado anteriormente alguna novela, pero ADB se ha esforzado en hacer del personaje de Amadeus el Astarte mas sobrio, aburrido y soso que ha podido concebir, y a través de él, ha ilustrado la mentalidad de un capítulo de Astartes dedicado a la perfección marcial y al metodismo extremos. Si este es nuestro protagonista, nos espera un viaje narrado con la pasión de una lista de la compra. Por eso, resulta que no es el protagonista ni el narrador.


En toda su sabiduría, ADB otorga la voz cantante a Anuradha, una sierva de Amadeus que cumple el papel de escudera y escriba personal del susodicho, junto con otros dos siervos, Kartash y Tybera. Ana  es quien realmente nos presenta a Amadeus y es a través de sus ojos que se nos cuenta esta historia, muy en la línea de obras como Próspero Arde, donde también se narraban los hechos desde la perspectiva de los humanos que asisten a los marines, y debo decir, es un personaje increíble. Anuradha no tiene nada en común con el ciudadano medio imperial, que es temeroso del Emperador e ignorante del cosmos que lo rodea, pues viene de una familia que siempre ha servido a los Mentores. Ese papel tan cercano a una organización que se esfuerza al máximo en el análisis (la característica clave de los Mentores es su aplicación del método científico en la guerra) le ha dado una educación y un amplio adiestramiento, por lo que es resuelta, inteligente y goza de una visión muy amplia de cómo es el Imperio, pues a lo largo de su historia ha servido a varios Mentores en diversos despliegues. Esto es algo de lo que ADB  saca todo el jugo que puede con un objetivo clarísimo: ADB no solo ha creado un personaje excepcional, bien escrito, con un carácter muy bien construido, también ha aprovechado para explayarse en uno de los que, creo, son los temas principales de la obra: la alienación que hay entre los humanos y los Astartes

La visión que se tiene de los Astartes es una que cambia dependiendo del autor, tanto dentro como fuera de su universo. Con esto no me refiero a cómo el autor los ve (que también) sino a cómo son percibidos por los humanos, que por lo general,  los toman como los ángeles de la Muerte del Emperador que acuden en momentos de necesidad rescatando a soldados de la Guardia Imperial, o con el ardor religioso de población demasiado devota, pero Anuradha no es ninguna de esas cosas. Aprovechando que toda la historia se escribe desde su punto de vista, los Astartes que ADB describe están despojados del todo de su aura heroica, lo que se permea a varios niveles. Para empezar, que Ana tenga un contacto directo con las constante vitales de Amadeus otorga al lector la visión mas realista del funcionamiento de su cuerpo cuando este está entrenándose, analizando datos o luchando, y toda esa perorata de "lo sobrehumano" se va al traste cuando, por la pluma de ADB, los Astartes son reducidos a soldados de élite, transmutados por la ciencia para exceder en todos los campos, sí, pero falibles al fin y al cabo y con unos límites muy definidos. Pero esta es la capa mas superficial. Donde mas resaltan las diferencias entre humanos y Astartes es en cada interacción de Ana con Amadeus, en el que contrastan la curiosisdad, sociabilidad y emoción humana con la ausencia de pasión casi total de un ser que es un arma viviente a todos los efectos. A veces, y nunca siendo cargante, el libro parece querer hacer un psicoanálisis de los Astartes. Pero eso no es nada comparado con lo que el lector se encuentra al conocer a los Lanzas del Emperador.


Si con el Capítulo al que sirve se siente alienada, ni que decir tiene que esto se multiplica cuando interactúa con los Lanzas del Emperador, pero porque estos son el opuesto al carácter de Amadeus. Esto es algo que se ve desde el primerísimo encuentro con el primer Lanza en su planeta natal, llamado Breâc de Vargantes, quien pregunta a los siervos de Amadeus sus nombres. Y es que el propio Amadeus solo los llama por su asignación numérica porque para él solo son eso: herramientas. Me flipa cómo con un gesto tan sencillo, ADB construye dos personajes tan diferentes y a partir de eso, la dinámica que va a seguirse a lo largo del resto de la obra. Vistos desde fuera, los Lanzas están muy en la línea de los Lobos Espaciales, a pesar de ser descendientes de los Ultramarines: tribales, no del todo conformes con el Códex y bastante malhablados, pero que esto no los haga parecer unos bromistas. Nada mas lejos de la realidad. Los Lanzas del Emperador son un Capítulo que defiende casi en solitario una zona de guerra en el Imperium Nihilus y ADB tiene meridianamente claro que esto es algo de lo que no se debe olvidar a la hora de describir su carácter siniestro, el cómo su actitud es fruto de una situación de constante desgaste en un lugar olvidado de la galaxia. Todo esto, sin mencionar que ADB se ha sacado un Capítulo de la manga cargado de carisma, faltaría mas, pero la parte mas importante de los Lanzas es que son el motor de lo mas importante de esta obra: su desarrollo de personajes. Esto es algo sobre lo que no puedo dar muchos detalles porque no quiero revelar demasiado, pero sí puedo decir que a través de sus vivencias con los Lanzas, Ana y Amadeus pasan por una profundísima transformación. Por su parte, exploramos el lado mas personal de Ana, el dolor que carga en lo mas profundo de su persona por una vida de servidumbre bajo unas figuras idealizadas por el resto del Imperium, mientras que la máscara de indiferencia de Amadeus va a irse quebrando a pedazos. La trama del libro es muy buena, en general, su ritmo es ejemplar y sus puntos de giro dan en la diana, pero es en sus personajes que creo que ADB le otorga un alma al libro.

En general, este libro ha hecho que coloque a ADB en el podio de los escritores de Black Library, junto con Chris Wraight y Peter Fehervari, pero me niego a terminar la reseña sin resaltar la construcción de mundo que hace. Veréis, aparte de sacarse un Capítulo de Astartes digno de una saga, ADB aprovecha todo lo que tiene a mano para retratar el escenario de una guerra en el Imperium Nihilus. Si estáis buscando una novela que hable sobre lo que es vivir en un rincón apartado del Imperium donde el control del mismo es muy frágil, esta novela es obligatoria, porque revela muchísimo. Sobre las dificultades del viaje sobre la disformidad, sobre la falta de control de planetas imperiales que se encuentran desguarnecidos, sobre la llegada de los Primaris, e incluso, sobre la introducción de los marines Rubicón. De hecho, si alguno se pregunta cómo es que algunos Astartes tradicionales son convertidos en Primaris en lugar de ser internados en un dreadnought, esta obra revela exactamente eso.


Terminando ya con la reseña, casualmente me encontré con un artículo escrito por él y no es por echarme flores, pero creo que andaba bastante bien encaminado al hablar del subtexto del libro. Esta es una de esas obras atípicas, una que oculta tras su portada, no particularmente inspirada, una historia mas que notable que podría recomendar a alguien, independientemente de si es o no conocedor del universo de 40K, porque su autor sabe combinar un drama con el que todo lector buscando buena ficción puede sumergirse, al tiempo que aprovecha los elementos de su trasfondo para hacer una descripción algo mas detallada y acotada de ciertos elementos que a veces quedan un poco en el aire, como los límites de los Astartes o las condiciones del Imperium al otro lado de la Gran Fisura. Volviendo al comienzo e la reseña, os debéis este libro, es una pasada.



viernes, 11 de diciembre de 2020

¿Qué es la Cruzada Indomitus?

La Cruzada Indomitus es un nombre que se ha escuchado mucho en los últimos años, pero que solo se ha empezado a concretar recientemente. Como tal, es un evento muy fácil de describir (una Cruzada Imperial dirigida por Guilliman para contraatacar al Caos), pero en realidad, tiene tal escala y abarca tanto que merece su propia entrada, ya que con ella inicia la Era Indomitus. Al momento de escribir esto acabamos de tener una Preview de las próximas novelas de Black Library, entre las cuales hay una reedición de los libros de Dark Imperium. Digo esto, porque esta entrada pretende resumir toda la información de la Cruzada Indomitus para el lector casual, de manera que comprenda la gravedad del suceso, pero los libros de Dark Imperium van a reescribirse, lo cual cambiará algunos datos. De momento, las fuentes en los que se basa esta entrada son:

-Novelas de la trilogía Dark Imperium y la serie Dawn of Fire

-Los números 444, 448, 451 y 453 de White Dwarf.

Que lo disfrutéis :)

¿Qué es la Cruzada Indomitus?

Cuando Guilliman llega a Terra, el panorama que se encuentra es el de el Imperium al borde del abismo. En la anterior entrada mencionamos que durante un tiempo el Astronomicón falla, por lo que el viaje espacial y las comunicaciones astropáticas son imposibles. Luego llega el gran asalto de las legiones de Khorne, que por suerte es rechazado. En cuanto el Astronomicón vuelve a comunicar con el resto de la galaxia, Guilliman descubre la Gran Fisura que parte la galaxia en dos, y que deja a la mitad del Imperium incapaz de comunicarse y dificultando mucho el viaje a través de la Disformidad. Aparte de la Gran Fisura, hay otras tormentas de Disformidad destrozando sectores enteros, por lo que, en resumen, el Imperium está mas vulnerable que nunca. 

Así pues, Guilliman organiza la Cruzada Indomitus, una macro empresa militar como no se ha visto desde la Gran Cruzada del Emperador. El objetivo es lanzar diez flotas gigantescas que pueda rescatar planetas asediados por el Caos o xenos, asegurar zonas vitales y en resumen, salvar un Imperium que apenas se sostiene.

¿Cómo de grande es la Cruzada Indomitus? 

A menudo se habla en términos hiperbólicos del tamaño de las empresas militares del Imperium, pero nada se acerca a la envergadura de la Cruzada. Guilliman organiza la Cruzada en diez flotas, cada una con un mayor tamaño que la que se reunió para Cruzadas muy conocidas como la de los Mundos de Sabbath o la Macariana. Es, por no exagerar, la mayor concentración de poder naval imperial desde la Gran Cruzada. Cada una de las Flotas se divide en un número indeterminado de Grupos de Ejército, como mínimo ocho, que a su vez se subdividen en Grupos Tácticos. Para que nos hagamos una idea ilustrativa del tamaño de estos Grupos de Ejército y Grupos Tácticos, toda la campaña del Nexo Pariah está siendo llevada a cabo por un solo Grupo Táctico (llamado Kallides), mientras que la primera batalla de la Cruzada Indomitus reunió a cinco Grupos de Ejército de la Tercera Flota para detener en seco una Cruzada del Caos no muy lejos del Ojo de Terror. 

Por descontado, reunir tal cantidad de fuerzas fue en sí mismo una odisea. Tan pronto como el Astronomicón volvió a contactar con el resto de la galaxia, Terra recibió cientos de llamadas de auxilio. Antes de la Gran Fisura, el Imperium ya tenia miles de frentes abiertos, pero su situación actual era al borde del colapso. A la defensiva, el Imperio terminaría por caer en una guerra de desgaste que no podía ganar. Estudiando los informes de las flotas y otras fuerzas imperiales dispersas por el Segmentum Solar y sus inmediaciones, Guilliman tomó durísimas decisiones con tal de tener la cantidad de naves mínima para iniciar la Cruzada, pues muchas de las naves que terminarían por componer la contra ofensiva imperial fueron retiradas de zonas en disputa, cediendo territorio y recursos al enemigo. Para que la Cruzada Indomitus pudiera comenzar, muchísimos sacrificios fueron necesarios y muchas llamadas de socorro desatendidas, algo que pesa sobre la conciencia de Guilliman.


¿Cuáles son los objetivos de la Cruzada?

Dicho en una sola frase, la Cruzada Indomitus supone la única esperanza de salvar al Imperium de su final. Cuando las diez flotas se reúnen, a cada una se le da un objetivo que supone una ruta a través del Imperium con los objetivos elementales de: liberar planetas asediados, asegurar planetas con recursos vitales (incluyendo el diezmo de las Arcas Negras para el Trono Dorado), y aniquilar zonas con altas concentraciones de enemigos que puedan ser un peligro para el avance de la Cruzada. Solo tenemos información de tres de las rutas de la Cruzada. La Flota Primus, comandada por el propio Guilliman, atacó Gathalamor, que es un nexo de rutas espaciales, y luego puso rumbo hacia el sureste galáctico, llegando hasta Ultramar. La Flota Secundus tiene ruta directa a la Puerta de Cadia, y mantiene un corredor de refuerzos que mantiene a raya a las fuerzas del Caos que emergen ahí. La suya es la ruta llamada como el Camino de los Mártires. La Flota Tercius, liderada por la Gran Almirante Cassandra Aleskus fue la primera en salir, y su primer cometido fue destruir una Cruzada de Matanza en Machorta Sound, para luego virar al Segmentum Pacificus. De la Flota Quintus sabemos que se encontró aquejada por problemas que incluían brotes epidémicos y asaltos disformes en su interior desde antes de que salieran y que toda la expedición ha padecido problemas que le han merecido el nombre de la "maldita Quintus". Por último, la Flota Septimus tuvo una zona de reunión, una composición de fuerzas y un objetivo secreto, que solo ellos y el Primarca conocen, y su paradero actual es desconocido salvo para unos pocos. 

¿Cómo ser organiza?

Otra cosa no, pero Guilliman es un político que no se anda con chorradas. De toda la vida, uno de los mayores defectos del Imperium ha sido su lenta burocracia y capacidad de reacción. El Adeptus Terra es un laberinto inabarcable de divisiones administrativas que a menudo se ponen la zancadilla unas a otras accidentalmente, y son tan lentas en recopilar información que a menudo la información llega con décadas de retraso. Semejante lentitud sería la condena del Imperium si no fuera por su abrumadora capacidad industrial, y es que cuando decide atacar, ataca con todo. Pero la Cruzada Indomitus es demasiado grande como para poder organizarse a tiempo por lo canales habituales, de modo que Guilliman decide arrasar con todo. Aunque sus medidas son las de un tirano, no duda en aprovechar que posee autoridad absoluta para pisotear cualquier barrera que le impida reunir sus flotas, y los que se interponen en su camino lo lamentan. Por poner un ejemplo, Guilliman mandó flagelar públicamente a uno de los Altos Señores de Terra, nada menos que el líder de las Casas de los Navegantes, por tratar de buscar rédito político aprovechando la desesperada necesidad de Navegantes para las naves. Si Guilliman requería algo para su flota, lo tenía. Solo en dos ocasiones tiene que negociar para unir fuerzas a las Flotas: con el Fabricador General de Marte y con la Abadesa Sanctorum, una de las dos líderes militares de todo el Adeptus Sororitas. 

Pero hay otro órgano que hay que destacar en la organización de la Cruzada, y este fue el Officio Logisticarum, un órgano administrativo dedicado exclusivamente a la gestión de los recursos y la información de las Flotas y de las defensas en zonas conquistadas. De nuevo, Guilliman hacía frente con esto a la redundancia de información y lentitud de las órdenes creando una administración que solo respondía ante él, para dirigir de manera eficiente los medios para llevar a cabo semejante empresa militar. Con esto se terminarían los envíos incorrectos de munición, las órdenes contradictorias o el acaparamiento de material. Este Officio Logisticarum no solo disponía de una amplia plantilla de personal que acompañaría las flotas, sino que a medida que estas fueran reconquistando el la galaxia se irían instalando fortalezas-nodo en los sistemas conquistados, de manera que todos los informes serían los mas completos y bien contrastados posible, y además se enumerarían sus recursos de susodicho sistema para ponerse a disposición de la Cruzada en su justa medida, ya fuera en medos navales, materias primas o refuerzos para la Guardia Imperial.


Los Primaris y las Flotas Antorcha

Ahora, mas allá de los recursos navales y de las decenas de millones de Guardias Imperiales que compondrían tamaña fuerza, el arma secreta que Cawl había estado desarrollando era revelada en la órbita de Marte. Los Primaris, una nueva generación de Marines Espaciales que representaban el futuro de la mayor defensa que el Imperio tenía contra las amenazas que lo asediaban por todos lados. No existen números exactos sobre cuántos Primaris habían en las cámaras de Marte, pero de nuevo, podemos conjeturar que el número es desproporcionadamente grande. En Dark Imperium se afirma que tras 12 años de Cruzada Indomitus todavía quedaban veinte mil marines sin asignar a ningún Capítulo, y Avenging Son habla de una cifra inicial que supera esta con creces. A esto hay que añadir que existen en Marte cámaras con Primaris que son descendientes de los Primarcas traidores, incluso de los dos Primarcas perdidos, pero que Guilliman se niega a permitir que se liberen. 

La forma de distribuir a los Primaris es el otro gran objetivo de la Cruzada Indomitus, pero este no seguiría las rutas de las diez grandes flotas. En su lugar, Guilliman ordena que se organicen las llamadas Flotas Antorcha, que incluyen a los Adeptus Custodes y Hermanas del Silencio en su tripulación, para llevar a todos los capítulos dispersos por la galaxia los medios para crear sus propios Primaris y un refuerzo que a menudo se compone de compañías enteras de Primaris. Eso no es tarea fácil, debido a que muchísimos Capítulos de Astartes se encuentran en los rincones mas lejanos del Imperium, mas allá de la Gran Fisura, o son Capítulos móviles cuya Fortaleza Monasterio es una flota propia, o porque debido a las dificultades para las comunicaciones mas allá de la Gran Fisura es imposible saber si algunos de estos Capítulos no ha sido ya extinguido. Aún así, las Flotas Antorcha se dispersaron por todo el Imperium en busca de los Capítulos a los que debían entregar el "regalo de Cawl". En algunos casos, algunos Capítulos particularmente conservadores o tradicionalistas podrían negarse a aceptar a los Primaris, pero para esos casos, la Flota Antorcha en cuestión estaba reforzada en caso de tener que dejar claro que los Primaris eran una orden que no aceptaba discusión. En algunos casos, como el de los Hijos de Medusa, hubo resistencia. 

Sin embargo no todos los Primaris fueron asignados a Capítulos existentes. Sobre la organización de los Primaris nada mas salir de las cámaras criogénicas, existen tres grupos. El primer grupo es el de los Primaris que ya salen del tubo con el Capítulo asignado, y van en las Flotas Antocha (Cónsules Blancos, Ángeles Oscuros, Bebedores de Almas y en general, muchísimos Capítulos). El segundo grupo son los Hijos Innumerables, que son los que participan en la Cruzada Indomitus y son también llamados "escudos grises", que no se unirán a ningún capítulo hasta terminar la Cruzada. Los del primer grupo también participan en la Cruzada, pero solo usan las mismas rutas cuando estas coinciden con las de las Diez Flotas de la misma. El tercer grupo de Primaris es el que forma íntegramente capítulos de la Fundación Última (Hijos del Fénix, Castellanos del Abismo...) que están compuestos enteramente de Primaris. De aquí han salido Capítulos sucesores de antiguas Legiones que antaño no tenían ningún sucesor, como los Salamandras.


EN CONCLUSIÓN

Ahora mismo, la Cruzada Indomitus es el evento que da inicio y nombre a la ERA INDOMITUS, marcado por esta gran empresa que pretende rescatar a la Humanidad del borde del abismo, es la gesta militar mas importante del Imperium, algo como jamás se ha llevado a cabo...y de la que aún sabemos muy poco.

Pues veréis, volviendo al comienzo de esta entrada, en la preview de Black Library del sábado 5 de diciembre de 2020 se anunció que las novelas Dark Imperium y Plague Wars efectivamente iban a tener algunos retoques en su reedición debido (A LA MALA PLANIFICACIÓN DE GAMES WORKSHOP) a varias incongruencias que estos libros tenían con respecto al canon tal y como querían desarrollarlo a lo largo de toda la Cruzada Indomitus. Es por eso que esta entrada ha estado sujeta a cambios dependiendo de los cambios en susodichos libros, retoques que ya se han hecho. La mayor parte de la entrada toma como base el libro Dawn of Fire; Avenging Son, que es el mas reciente y el principal esfuerzo por novelizar la Cruzada Indomitus de manera canónica.

En cualquier caso, queda manifiesta la importancia de esta Cruzada, y de la era que inaugura, pues es durante esta gran guerra que sucede el descubrimiento del Nexo Pariah y el retorno del Rey Silente se hace manifiesto. Es durante esta guerra que los Ynnari reunirán a las culturas aeldari bajo el manto de la secta de Ynnead, que los T´au lanzan la Quinta Esfera de Expansión, que el Adeptus Mechanicus empieza a experimentar con la Piedra Negra. Es durante esta nueva era que los psíquicos andan desatados por todo el Imperium, que la mitad del Imperium resiste con un resquicio de la luz del Astronomicón. Es en esta época que Abaddon el Saqueador atacará Vigilus, Ghazkull se enfrentará a Ragnar y el Primarca demoníaco Mortarion invadirá Ultramar al mando de su Guardia de la Muerte.

Esta es una nueva era de guerra, y la Cruzada Indomitus es su mayor exponente. En mi próxima entrada es posible que haga una breve guía de lectura para quienes quieren abarcar este período de Historia reciente de Warhammer 40.000.

Un saludo!